Alabado sea Dios.
Toda la humanidad debe saber que Allah es el Más Sabio, y que existe una gran sabiduría detrás de Sus órdenes y Sus leyes. Él puede permitir a Sus servidores o a algunos de ellos, conocer la sabiduría detrás de ellas, o puede permanecer oculta como un test y una prueba.
Lo que Él decreta en general sucede por razones generales, tal como el envío del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Allah nos ha dicho que Él lo envió como una Misericordia para todos los mundos. Y de la misma manera, Él ha creado a los genios y a la humanidad, para que puedan creer en Él y adorarle a Él solamente.
Ibn Taimíyah dijo:
“Basándonos en esto, cada cosa que Él hace, nosotros sabemos que esconde una sabiduría detrás. Esto es suficiente para nosotros en términos generales, aún si no conocemos los detalles. Nuestra carencia de conocimiento sobre los detalles de Su sabiduría es como nuestra carencia de conocimiento acerca de los detalles de Su Esencia. Así como esto es prueba que Sus atributos son perfectos, pero no podemos conocer cómo es Su Esencia, entonces no rechazamos lo que sabemos y de lo que estamos seguros (que Él es perfecto) por causa de lo que no conocemos (los detalles de Su perfección). De la misma manera, sabemos que Él es el Más Sabio en todos los sentidos, en todo lo que Él hace y ordena. El hecho de que no conozcamos la sabiduría detrás de algunos de sus decretos menores y asuntos, no menoscaba el principio básico de lo que ya sabemos de Su Sabiduría. Así, no debemos negar lo que sabemos de Su sabiduría porque no conozcamos todos los detalles. Sabemos que quien se dé cuenta que la genialidad de los matemáticos, doctores y gramáticos, pero no comparte sus atributos por los cuales ellos merecen preeminencia, no podemos criticar lo que dicen porque no lo comprendamos. Es menos probable que la gente comprenda la sabiduría de Allah en Su creación de lo que el hombre común puede comprender las matemáticas, la medicina y la gramática. Entonces, objetar la sabiduría de Allah es lo más ignorante, y quien lo hace es peor que quien critica las matemáticas, la medicina y la gramática sin tener conocimiento de estas disciplinas”.
Maymu’ al-Fatáwa, 6/128.
Indudablemente, en el hecho de que Allah permita que los niños sufran hay una gran sabiduría que está escondida para mucha gente, y ellos objetan el Decreto divino y Satanás toma ventaja de este problema, para desviarlos de la verdad y de la buena guía.
Entre las razones por las que Allah permite que los niños sufran están las siguientes:
1 – Este es un medio para evidencia que el niño está enfermo o dolorido: si no sufrieran no podríamos darnos cuenta cuando están enfermos.
2 - El llanto causado por el dolor trae grandes beneficios al cuerpo del niño.
3 – Aprender lecciones: la familia de este chico puede haber cometido actos haram o descuidar deberes obligatorios, pero cuando ven el sufrimiento del niño, esto los alerta para abandonar tales actos prohibidos como la usura, el adulterio, no rezar o fumar, especialmente si el sufrimiento del niño es debido a la convalecencia que esto causa, como sucede en el caso… de algunas de las cosas prohibidas mencionadas arriba.
4 – Pensar acerca del Más Allá: porque no hay verdadera felicidad y paz excepto en el Paraíso; no hay pena ni sufrimiento allí, sólo buena salud y felicidad. Y pensar acerca del Infierno, porque esa es la morada del sufrimiento eterno, que nunca termina. Por eso, uno debe hacer lo que le acerque al Paraíso y le aleje del Infierno.
Ibn Qayím al-Yawzíyah dijo:
“Entonces piensen acerca de la sabiduría de Allah al causar que los niños lloren tanto, y los beneficios que esto les trae. Los doctores y naturalistas han atestiguado los beneficios de ello y la sabiduría que hay detrás de esto. Ellos dicen: “Existe una humedad en la cabeza de los niños que, de permanecer allí, podría causar un gran daño. Entonces, llorando evacuan esa humedad de sus cabecitas, lo cual los hace más fuertes y saludables.
Más aún, llorando y gritando ensanchan sus vías respiratorias y venas, fortaleciéndolas, y fortaleciendo sus nervios.
Cuántos beneficios obtienen los niños de sus llantos y sus gritos, que nosotros oímos. Si esta es la sabiduría con respecto al llanto causado por el dolor, y la sabiduría detrás de esto nunca se le cruzó a uno por la mente, lo mismo se aplica al sufrimiento de los niños y sus causas y buenas consecuencias. Hay una gran sabiduría en esto, oculta para la mayoría de la gente, y por la que se confunden enormemente.
Miftáh Dar as-Sa’ádah, 2/228.
También dijo:
Estos dolores son unas de las características inherentes al desarrollo, del cual ningún ser humano ni aún los animales, están libres.
Si un hombre estuviera libre del dolor no sería un hombre, más bien sería un ángel o alguna otra criatura.
El dolor de los niños no es peor que el dolor experimentado por los adultos, pero los adultos se han acostumbrado al dolor de tal manera que es menos dramático para ellos. Qué diferencia hay entre lo que un niño sufre y lo que un adulto racional sufre.
Este es uno de los tópicos fundamentales de la condición humana. Si el ser humano no hubiera sido creado así, sería una criatura diferente. ¿Qué pensaría si un niño tiene hambre o sed, o tiene frío o está cansado… es algo que le sucede sólo a él, que los adultos no lo experimentan? El hombre, y ciertamente los animales, han sido creados sobre estas bases.
Ellos dicen: “Si alguien preguntara: ¿Por qué el ser humano ha sido creado así? ¿Por qué no fue creado sin esta vulnerabilidad al dolor y al sufrimiento?
Esta es una pregunta defectuosa, porque Allah nos ha creado en un mundo de pruebas, de una sustancia débil. Entonces, es vulnerable a las enfermedades y al sufrimiento, y Allah lo ha creado de tal manera que es vulnerable a toda clase de padecimientos…
El hecho de que estos dolores y placeres coexistan es uno de los signos del Más Allá, que la sabiduría divina ha decretado que será en una de dos moradas: una completamente consagrada a los placeres, en la cual no existe el dolor en absoluto, y una completamente consagrada al dolor, en la cual no hay placer en absoluto. La primera morada es el Paraíso, y la segunda es el Infierno”.
Miftah Dar as-Sa’ádah, 2/230, 231.
Y Allah sabe más.