Alabado sea Dios.
En primer lugar, su nombre completo era Abu ‘Abdullah Ya’far as-Saddiq Ibn Muhámmad al-Báqir Ibn ‘Ali Zain al-‘Abidín Ibn al-Husain Ibn ‘Ali Ibn Abi Tálib (que Dios esté complacido con él y con todos ellos).
Su madre fue Umm Farwah Bint al-Qásim Ibn Muhámmad Ibn Abi Bákr at-Taimi, y su abuela fue Asmá' Bint ‘Abd ar-Rahmán Ibn Abi Bákr. Su madre era descendiente de Abu Bákr as-Saddíq por parte de madre, y también por parte del padre. Por eso se dice que él solía decir: “Abu Bákr as-Saddíq fue mi antepasado doblemente”.
Nació en el año 80 después de la Héyirah, y conoció a algunos de los compañeros del Profeta (que Dios esté complacido con todos ellos). Ad-Dahabi dijo: “Tengo entendido que conoció a Anas Ibn Málik y a Sáhl Ibn Sa’d”. Ver: Siár A’lam an-Nubalá', 6/255-270.
En segundo lugar, sobre sus shéijs y estudiantes:
Él narró reportes de su padre, Abu Ya’far al-Báqir, y de ‘Ubaidulláh Ibn Abi Ráfi’, de ‘Urwah Ibn az-Zubair, de ‘Atá' Ibn Abi Rabáh (sus reportes están registrados en Sahih Muslim), de su abuelo al-Qásim Ibn Muhámmad Ibn Abi Bákr, de Náfi’ al-‘Umari, de Muhámmad Ibn al-Munkadir, de Az-Zuhri, de Muslim Ibn Abi Mariam, y de otros. Pero no narró muchos reportes, excepto quizás de su padre, y ambos estaban entre los eruditos de Medina.
Entre quienes narraron reportes de él estuvieron: su hijo Musa al-Kázim, Iahia Ibn Sa’íd al-Ansari, Yazíd Ibn ‘Abdullah Ibn al-Hádi (tanto Iahia como Yazíd eran mayores que él), Abán Ibn Taglib, Ibn Yuraich, Mo’áwiyah Ibn ‘Ammár ad-Duhni, Ibn Isjak (entre un grupo de sus pares), Sufián, Shu’bah, Málik, Isma’íl Ibn Ya’far, Wáhb Ibn Jálid, Hátim Ibn Isma’íl, Sulaimán Ibn Bilal, Sufián Ibn ‘Unainah, Al-Hásan Ibn Sálih, Al-Hásan Ibn ‘Aiyásh (el hermano de Abu Bákr), Sillar Ibn Muhámmad, Hafs Ibn Giyáz, Zaid Ibn Hásan al-Anmáti, Sa’íd Ibn Sufián al-Aslami, ‘Abdullah Ibn Maimún, ‘Abd el-‘Azíz Ibn ‘Imrán az-Zuhri, ‘Abd el-‘Azíz ad-Daráwardi, ‘Abd al-Wahháb az-Zaqáfi, ‘Uzmán Ibn Farqad, Muhámmad Ibn Zábit al-Bunani, Muhámmad Ibn Maimún az-Za’faráni, Muslim az-Zanyi, Iahia al-Qattán, Abu ‘Ásim an-Nabil, y otros. Ver: As-Siyár.
En tercer lugar, comentaremos su estatus en términos de conocimiento, sus virtudes y su apego a la Tradición Profética, sus diferencias con los shi’as y otros grupos, y algunas de las cosas que se han inventado posteriormente sobre él.
Abu Áhmad Ibn ‘Adíy dijo: “Él narró muchos reportes de su padre, de Yábir y de sus antepasados. Los eruditos más prominentes narraron reportes de él. Estuvo entre los más confiables entre la gente, como afirmó Ibn Ma’ín”.
Se registró que ‘Amr Ibn Abi Miqdám dijo: “Cuando vi a Ya’far Ibn Muhámmad, tomé conciencia de que era descendiente de los profetas. Me quedé viéndolo de pie en Al-Yamrah, y me dijo: “Pregúntame, pregúntame…”.
‘Ali Ibn Ya’d narró que Zuhair Ibn Mo’áwiyah dijo: “Mi padre dijo de Ya’far Ibn Muhámmad: “Tengo un vecino que dice que tú desaprobaste a Abu Bákr y a ‘Umar”. Ya’far respondió: “Que Dios desapruebe a tu vecino. Por Dios, que yo espero que Él me permita beneficiarme de mis lazos de parentesco con Abu Bákr. Una vez caí enfermo, y dejé mi testamento a mi tío materno, ‘Abd er-Rahmán Ibn al-Qásim (lo que indica que era muy cercano a él)”.
Ibn ‘Unainah dijo: “Ellos me narraron de Ya’far Ibn Muhámmad, aunque yo no lo oí directamente, que dijo: “En los tiempos del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), la familia de Abu Bákr fue llamada “la familia del Mensajero de Dios”.
Muhámmad Ibn Fudail afirmó, narrándolo de Sálim Ibn Abi Háfsah, que Sálim dijo: “Le pregunté a Abu Ya’far y a su hijo Ya’far acerca de Abu Bákr y ‘Umar. Abu Ya’far me dijo: “Oh, Salim, tómalos como aliados y desaprueba a cualquiera que los considere como enemigos, porque ambos fueron imames de la buena guía”. Entonces Ya’far dijo: “Salim, ¿deshonraría un hombre a su abuelo? Abu Bákr es mi abuelo, y yo no lograría la intercesión de Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en el Día de la Resurrección si no los considerara a ambos (a Abu Bakr y ‘Umar) como aliados y desaprobara a todo aquel que tenga enemistad contra ellos”.
Ad-Dahabi dijo sobre este reporte: “Estas palabras se narraron a través de reportes ubicuos (mutawátir) de Ya’far as-Saddíq. Y yo creo que era sincero en su palabra, que no era un hipócrita con nadie, ni estaba tratando de apaciguar a nadie con estas palabras. Que Dios castiguen a quienes mienten sobre él…
Sálim tenía una inclinación hacia el shi’ismo, pero sin embargo transmitió con veracidad estas palabras. Sólo la gente virtuosa es capaz de reconocer las virtudes de los demás. Asimismo quien lo narró, Ibn Fudail, también era shi’ita, pero era confiable en la narración de reportes.
Pero los shi’as de nuestros tiempos se han involucrado profundamente en la ignorancia y las mentiras. Impugnan a los dos shéijs (Abu Bákr y ‘Umar), dos compañeros de los más cercanos del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), e interpretan estas palabras de Al-Báqir y de As-Saddíq como si hubieran estado disimulando su opinión entre los musulmanes (taqíyah)”. Fin de la cita de Siyár A’lam an-Nubalá', 4/402.
El shéij Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Sobre lo que se ha dicho de que Ya’far impugnó en privado a Abu Bakr y a ‘Umar, es una invención, al punto que se ha dicho que sobre nadie se inventaron más mentiras que sobre él”. Fin de la cita de Maymu' al-Fatáwa, 4/78.
Él también dijo:
“Quienes dicen estas mentiras sobre él están entre las más ignorantes de las sectas, las más desprovistas de conocimiento de las fuentes textuales del Islam. Algunos consideran que el disimulo es uno de los principios fundamentales de su religión, e inventan toda clase de creencias relacionadas con la familia del Profeta Muhámmad (que Dios esté complacido con todos ellos), en una magnitud que sólo Dios conoce con exactitud. Incluso le han atribuido a Ya’far as-Saddíq las palabras “El disimulo es mi religión y la religión de mis ancestros”.
Pero el disimulo es en realidad hipocresía, engaño, porque significa en realidad decir algo distinto de lo que se piensa y se cree. En consecuencia, todo lo que ellos reconocen que se probó de ‘Ali o de cualquier otro miembro de la familia del Profeta, ellos se lo atribuyen a que se expresaron o actuaron así porque estaban disimulando. Y así le abrieron la puerta a la hipocresía de los batiníes (la secta medieval de los asesinos)”. Fin de la cita de Maymu' al-Fatáwa, 13/263.
En Minhách as-Sunnah, él también escribió:
“El problema es con lo que le atribuyen a Ya’far, no con el imam… al punto que cualquiera entre ellos que quiera adornar una mentira para que parezca creíble y honorable, se la atribuye a Ya’far”. Fin de la cita.
El Imam Ya’far as-Saddíq desaprobó fuertemente las creencias que hoy en día se le atribuyen y a aquellos que ya entonces las profesaban. Una rápida mirada a los nombres y las ideas de sus shéijs, tales como ‘Atá' Ibn Abi Rabbáh, az-Zuhri, ‘urwah Ibn az-Zubair, al-Qásim Ibn Muhámmad y otros; y otra rápida mirada a quiénes fueron sus estudiantes y aprendices, tales como el Imam Abu Hanifah, Sufián az-Záwri, Ibn ‘Uiainah, y Málik, la alta estima que ellos le tenían y el orgullo que sentían de haberlo conocido y haber estudiado con él, disipa cualquier duda que tengamos sobre la posibilidad de que el Imam Ya’far as-Saddíq haya sostenido creencias contrarias a la Tradición Profética. ¿Cómo habría sido posible entonces que él aprendiera su religión de los grandes imames de la Tradición Profética, y sus discípulos fueran a su vez defensores y grandes imames de la Tradición Profética… pero él haber sostenido creencias, actitudes y puntos de vista que sólo se encuentran actualmente entre algunas sectas de los shi’as?
No es el caso solamente de contrastar quién tiene razón entre los musulmanes sunnitas y los shi’itas acerca de Ya’far, sino también acerca de sus ancestros y descendientes.
Consulta por favor también la respuesta a la pregunta No. 101272.
En cuarto lugar, biografías confiables acerca del Imam Ya’far as-Saddíq hay muchas. Difícilmente haya alguien entre los sabios y los eruditos que no haya mencionado su biografía, tales como Siyár al-A’lám por el Imam ad-Dahábi, Al-Bidaiah wa an-Niháiah por Ibn Kazír, Wafíyat al-A’ián por Ibn Jallikán, y otros.
Pero hay también algunas obras dedicadas exclusivamente a su biografía, como por ejemplo Al-Imam as-Saddíq: Haiátuhu wa ‘Asruruhu wa Ará’uhu wa Fiqhuhu, por el shéij Muhámmad Abu Zahrah.
Hay también un breve ensayo titulado Ya’far as-Saddíq, por el shéij Sálih ad-Darwish, al final del cual menciona algunos de los escritos que toma en cuenta para su biografía, como por ejemplo:
- Al-Imam Ya’far as-Saddíq wa Ará’uhu fi al-Imámah: Dirásh naqdíyah li ma nasábahu iláihi ash-shi’ah min al-abatíl, por Muhámmad Mahfuz Abu ‘Akkáz, tesis de maestría en Ley Islámica y Fundamentos de la Religión (Shari’ah y Usul ad-Dín) de la Universidad de Umm al-Qurah, La Meca.
- Marwíyat al-Imam Ya’far as-Saddíq fi as-Sunnah an-Nabawíyah wa Ahwál ar-Ruwát ‘anhu wa Namádich mímma Núsiba Iláihi, por Latifah Ibrahím al-Hádi, tesis doctoral en Ley Islámica y Fundamentos de la Religión de la Universidad de Umm al-Qurah, La Meca.
Y Allah sabe más.