Alabado sea Dios.
Los eruditos difieren con respecto a este punto, tratándose de hadices da’if que encomiendan buenos actos. Algunos de ellos sostuvieron el punto de vista que es permisible actuar acorde a ellos, bajo ciertas condiciones, y otros fueron del punto de vista de que no es permisible.
Al-Hafiz ibn Háyar (que Allah tenga misericordia de él) citó las condiciones para que sea permisible actuar acorde a un hadiz sahih, que son las siguientes:
1 – Su cadena de transmisión no debe ser muy débil, y uno no debe actuar acorde a relatos que fueron transmitidos solamente por gente mentirosa o sobre los que pesa la acusación de mentir, o cuyos errores han sido graves.
2 – Debe mencionar un buen acto, que debe estar en sintonía con la shari’ah.
3 – Cuando se actúa en base a un hadiz uno no debe creer que la acción está bien fundamentada, más bien debe hacerlo sobre la base de la precaución.
Si consideramos que obrar acorde a un relato probadamente auténtico es obligatorio por ser auténtico, no significa que debamos creer que el hecho de que un hadiz sea débil baja su grado a meritorio (mústahab). Ninguno de los eruditos ha dicho tal cosa, como podremos ver en las palabras del Shéij al-Islam ibn Taimíyah más abajo. Un acto de culto puede ser meritorio si está probado que lo es en base a una evidencia legal auténtica (sahih), como en el caso de qiyám al-láil (oraciones voluntarias por la noche) por ejemplo, entonces encontramos si un hadiz da’if que habla también de la virtud de qiyám al-láil, no hay nada de malo en actuar acorde a este hadiz. Actuar acorde a él significa narrarlo para animar a la gente a hacer este acto de culto, con la esperanza de que aquél que lo haga ganará la recompensa mencionada en tal hadiz da’if, porque actuar en base a un hadiz da’if es en este caso no conduciría a hacer algo que esté prohibido por la shari’ah, tal como decir que un acto de culto es meritorio si no tiene prueba en la shari’ah. Si él gana esta recompensa, tanto mejor, o de otra manera no hay perjuicio.
Shéij al-Islam ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo en Maymu’ al Fatawa, 1/250:
“No es permisible en el Islam confiar en relatos de transmisión débil, que no son clasificados como sahih (auténtico, correcto) ni hásan (bueno), pero Áhmad ibn Hánbal y otros eruditos consideraron permisible narrar reportes que versan sobre actos nobles y que han sido comprobados, siempre y cuando los individuos de su cadena de transmisión no sean conocidos mentirosos, sobre la base de que si un acto es conocido de estar prescripto en el Islam por una evidencia legal, y hay un hadiz que no es reconocido de ser mentira, es posible que lo mencionado en tal hadiz débil pueda ser verdad. Ninguno de los imames dijo que sea permisible considerar algo como obligatorio o meritorio sobre la base de un hadiz débil; quien fuera que diga esto está yendo contra el consenso de los eruditos. Es permisible narrar reportes que no son conocidos probadamente falsos para animar y advertir a la gente, pero sólo con respecto a asuntos donde esto es bien conocido que Allah ya ha animado o advertido sobre esto, basándose en otra evidencia de estatus cuyos narradores no sean desconocidos”. Fin de la cita.
Abu Bakr ibn al-‘Arabi dijo que no es permisible actuar en base a un hadiz débil en absoluto, ya sea con respecto a actos virtuosos o de otro tipo… Ver Tadríb ar-Ráwi, 1/252.
Este es el punto de vista favorecido por al-Albani (que Allah tenga misericordia de él). Ver la introducción al Sahih at-Targíb wal Tarhíb, 1/47-67.
Los reportes probados como auténticos del Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) nos ofrecen suficiente evidencia para que nosotros no tengamos necesidad de actuar en base a hadices débiles.
El musulmán debe esforzarse en conocer los reportes verídicos y los que son débiles, y debe contentarse con actuar en base a los que son probadamente verídicos.
Y Allah sabe más.