Alabado sea Dios.
Alabado sea AllahEs un crimen serio y una acción reprensible impedir que las musulmanas usen el hiyab como encomendó Allah, y forzarlas por ley a descubrirse la cabeza, y tener que salir descubiertas entre la gente.
Los musulmanes debemos apegarnos a las leyes de la shari’ah y “no hay obediencia posible a nada creado si eso implica desobedecer a Dios”. El hiyab de la mujer musulmana es uno de los deberes que ella está obligada a cumplir. Si el daño que una mujer imagina que le sucederá a ella o a su familia puede ser infundado, o no será extremo, debe continuar con su vestimenta islámica correcta.
Si el perjuicio para ella o su familia es seguro y contundente, y hay grandes probabilidades de que suceda, entonces la mujer debe quitarse el hiyab para proteger su honor y demás compromisos religiosos, pero debe permanecer tan modesta y cubierta como le sea posible. En este caso no es permisible para ella salir de la casa excepto cuando sea absolutamente necesario, y no debe salir a hacer compras o mandados que otra persona pueda hacer por ella. Lo que queremos decir es que debe salir sólo cuando sea necesario, o por algún motivo legal islámico que no pueda descuidar.
El shéij Ibn ‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) fue interrogado:
“En algunos países la mujer musulmana es forzada a quitarse el hiyab y descubrirse la cabeza. ¿Es permisible hacerlo, sabiendo que quien se rehúse puede sufrir consecuencias tales como perder su trabajo o ser expulsada de la escuela?
El shéij respondió:
“Álif, lam, mîm. (estas letras fueron reveladas al inicio de algunos capítulos del Corán, y sólo Allah conoce su significado) ¿Acaso piensan los hombres que se les dejará decir: ¡Creemos! sin ser puestos a prueba? Por cierto que probamos a quienes les precedieron, y Allah bien sabe quiénes son los sinceros y quiénes los mentirosos” (al-‘Ankabút 29:1-3).
Lo que yo pienso es que la mujer musulmana en estos países debe rehusarse a obedecer a la gente a cargo (los gobernadores) en esta mala acción, porque obedecer su autoridad es hacer algo malo, que no está permitido para nosotros. Allah dice (interpretación del significado):
“¡Oh, creyentes! Obedeced a Allah, obedeced al Mensajero y a aquellos de vosotros que tengan autoridad y conocimiento” (an-Nisá’ 4:59)
Si piensas acerca del significado de este verso, notarás que Allah dice “Obedeced a Allah, obedeced a Su Mensajero, y a aquellos de entre vosotros (los musulmanes) que tengan autoridad”, pero el verbo (obedecer) no está repetido en el tercer caso, cuando menciona a aquellos que tienen autoridad. Esto indica que la obediencia a quienes tienen autoridad es secundaria a la obediencia a Allah y a Su Mensajero. Si las órdenes de las autoridades terrenales contradicen a las de Allah y Su Mensajero, entonces no deben ser escuchadas ni obedecidas. “No hay obediencia a ningún ser creado si implica desobedecer al Creador”.
La persecución que una musulmana puede afrontar en este caso es algo que debe ser soportado con paciencia, y debe buscar la ayuda de Allah a través de la paciencia. Le pedimos a Allah que guíe hacia la verdad a aquellos que tienen autoridad. No pienso que esta prohibición a portar el hiyab pueda tener lugar a menos de que la mujer deje su hogar, pero si está en su casa, nadie puede forzarla, entonces debe estar en su casa para estar a salvo de estas cosas. Con respecto a los estudios que pueden conducirla a cometer un pecado, esto no es permisible, más bien debe estudiar lo que sea que necesite para sus intereses mundanos y religiosos. Esto es suficiente, y usualmente puede ser hecho en casa.
As’ilat al-Usrah al-Muslimah, p. 22 y 23.
Y Allah sabe más.