Jueves 20 Yumada al Ula 1446 - 21 Noviembre 2024
Español

Normas sobre desear la muerte

46592

Fecha de publicación : 14-06-2010

Vistas : 18125

Pregunta

Si un musulmán enfrenta muchos problemas en la vida y no puede resolverlos, ¿es permisible que rece pidiendo morir, para que pueda encontrar algún alivio?

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

 En primer lugar, una larga vida en la cual un creyente realice muchas obras rectas es mejor para él que la muerte.

 El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Las mejores personas son las que viven mucho y hacen el bien”. Narrado por Áhmad y at-Tirmidhi, 110; clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih at-Tirmidhi.

 Y él (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) también dijo: “Albricias a quien vive una larga vida y hace el bien”. Narrado por at-Tabaráni y Abu Na’im, clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih al-Yami’, 3928.

 Áhmad (8195) narró que Abu Hurairah (que Allah esté complacido con él) dijo: “Dos hombres se convirtieron al Islam con el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Uno de ellos fue un mártir, y el otro vivió otro año. Talhah ibn ‘Ubaid Allah, dijo: “Se me mostró el Paraíso (en un sueño), y en él vi que quien había sido demorado había sido admitido antes que el mártir. Me sorprendí por eso, y la mañana siguiente se lo conté al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “¿Acaso no ayunó él en Ramadán antes de irse, y rezó seis mil oraciones, las oraciones de todo un año?”. Clasificado como auténtico por al-Albani en as-Sílsilah as-Sahihah, 2591. Al-‘Ayluni dijo en Kashf al-Jafá': “Su cadena de transmisión es buena”.

 Un hombre dijo: “Oh Mensajero de Dios, ¿cuál es la mejor de la gente?” El Profeta respondió: “Quienes viven más y hacen el bien”. El hombre volvió a preguntar: “¿Y cuál es la peor de la gente?”. El Profeta respondió: “Quienes viven mucho y hacen el mal”. Narrado por Áhmad y at-Tirmidhi, 2330; clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih at-Tirmidhi.

 At-Tíbi (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “El tiempo es como el capital de un hombre de negocios, que debe ser invertido de una forma determinada para que produzca beneficios. Cuánto más grande es el capital, más grande son las ganancias. Quien se beneficie de su vida realizando obras rectas, tendrá éxito y prosperará, pero quien desperdicie su capital y lo pierda, evidentemente no prosperará”. Fin de la cita.

 Por eso le dijeron a uno de los sucesores rectos: “La muerte es algo bueno”.

 Él le respondió: “Oh hijo de mi hermano, no hagas eso, porque una hora de vida en la cual le pides perdón a Dios es mejor para ti que una eternidad de muerte”.

 Le dijeron a un anciano de entre los sucesores rectos: “¿No quisieras morir ya?”. Él respondió: “No, porque la juventud y sus males ya se han ido, y la madurez y sus bondades han llegado. Cuando me levanto, digo “Bismilláh (en el nombre de Allah), y cuando me siento digo “Al hámdu lilláh (alabado sea Dios)”, y yo quisiera que esto continúe”.

 Muchos de los sucesores rectos lloraban cuando estaban muriendo, sintiendo pena por la finalización de su tiempo para realizar obras piadosas.

 Por eso el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) prohibió desear la muerte, porque priva al creyente de la bondad de la obediencia,  la alegría del culto, la oportunidad de arrepentirse y reponer lo que se ha perdido.

 Se ha narrado de Abu Hurairah (que Allah tenga misericordia de él) que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Ninguno de ustedes debe desear la muerte ni rezar para que venga, porque cuando uno de ustedes muere, sus buenas obras llegan a su fin, y para el creyente una larga vida no le incrementará en nada sino en cosas buenas” Narrado por Muslim, 2682.

 Por lo tanto, él mencionó la prohibición de desear la muerte junto con la prohibición de rezar pidiendo su muerte.

 Una versión narrada por al-Bujari dice: “Ninguno de ustedes debe desear la muerte. Si es un bienhechor, porque puede hacer más; y si es un malhechor, porque quizás se detenga y se arrepienta”.

 An-Nawawi dijo: “Este reporte claramente indica que es desaconsejable desear la muerte a causa de alguna desgracia que le suceda, tal como una pérdida o una angustia causada por un enemigo, u otra dificultad semejante de este mundo. Pero si una persona teme caer en alguna tentación o que se degrade su compromiso religioso, entonces no es desaconsejable desear la muerte, de acuerdo a este reporte, y varios de los sucesores rectos hicieron esto”.

 Hay otra razón por la cual una persona puede desear la muerte y que no está permitido:

 Cuando la agonía de la muerte es dificultosa, y el terror de ver que su propio fin se acerca es inmenso. Un ser humano no enfrenta nada similar a esto. Más aún, nadie sabe lo que nos espera después de la muerte. Le pedimos a Allah que nos preserve de eso.

 Desear la muerte es buscar algo desconocido. Quizás, si desea la muerte a causa de alguna dificultad que está viviendo, termine como aquel que salta de la sartén al fuego, y después de la muerte se encuentre en una situación aún peor. En ese caso, desear la muerte es similar a querer apresurar una calamidad antes de que suceda. Ningún hombre sabio haría eso, como el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No deseen encontrarse con el enemigo, y pídanle a Dios paz y seguridad” (Consensuado). Se ha narrado un reporte con respecto a esto, pero es débil (da’íf).

 Se narró de Yábir ibn ‘Abd Allah (que Allah esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No deseen la muerte, porque el terror que sigue a la muerte es inmenso. Es un signo de bendición vivir mucho y ser guiado por Dios a arrepentirse”. Narrado por Áhmad; clasificado como débil por al-Albani en Sílsilat al-Ahaadíz ad-Da’ífah, 885.

 Ibn ‘Umar (que Allah esté complacido con él) oyó a un hombre deseando la muerte y le dijo: “No desees la muerte, porque vas a morir. Pídele a Dios que te mantenga seguro, porque la persona moribunda está expuesta a un gran terror”.

 Ibn Ráyab (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Muchos hombres rectos han deseado la muerte cuando eran saludables, luego cuando vino lo lamentaron porque era demasiado difícil, tal como Abu ad-Dardá' y Sufián az-Zawri, por lo tanto, ¿qué pensar de la otra gente?

 Desear la muerte, si la razón para ello son las dificultades mundanas, está prohibido, porque hacerlo en ese caso indica impaciencia o pánico como resultado de una calamidad.

 Se narró de Anas ibn Málik (que Allah esté complacido con él) que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Ninguno de ustedes debe desear la muerte porque les haya sucedido una calamidad. Pero si debe hacerlo, entonces que diga: “Oh Dios, manténme vivo en tanto la vida sea buena para mí, y hazme morir cuando la muerte sea buena para mí” (Consensuado).

 Lo que significa “porque les haya sucedido una calamidad”, es tragedias mundanas tal como una enfermedad, la pérdida de la riqueza, de hijos, o cosas similares. Pero si teme perder su compromiso religioso, tal como caer en una tentación, entonces no hay nada de mal con desear la muerte en ese caso, como veremos abajo.

 Quizás quien desea la muerte para encontrar algún alivio de la calamidad que le ha sucedido, sólo incremente su pesar y dolor, y no lo sabe.

 Se narró que ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) dijo: “Le dijeron: “Oh, Mensajero de Dios, tal y tal ha muerto, y ha encontrado alivio”. El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se enojó y dijo: “Sólo quien es perdonado encuentra alivio”. Narrado por Áhmad, 24192; clasificado como auténtico por al-Albani en as-Sílsilah as-Sahihah, 1710.

 En segundo lugar, hay algunos casos en los cuales está prescripto desear la muerte, tales como los siguientes:

 1 – Quien teme perder su compromiso religioso a causa de la tentación o discordia.

 Indudablemente la muerte aleja a una persona de las tentaciones, aún si sus buenas obras son pocas, es mejor para él que quedar sometido a las tribulaciones que puedan afectar su compromiso religioso. Le pedimos a Allah que nos mantenga a salvo de eso.

 Se narró de Mahmud ibn Labíd (que Allah esté complacido con él) que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Hay dos cosas que a los hijos de Adán desagradan: la muerte, aún cuando sea mejor para un creyente que las tentaciones; y la escasez de riqueza, aún cuando ello significará menos responsabilidad”. Narrado por Áhmad; clasificado como auténtico por al-Albani en as-Sílsilah as-Sahihah, 813.

 El hecho de que desear la muerte en esta situación sea algo prescripto, está señalado por las palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en su súplica: “Si Tú debes decretar la tentación y la discordia para Tus servidores, entonces te pido que te lleves mi alma (la muerte) antes de que sea puesto a prueba”. Narrado por at-Tirmidhi, 3233; clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih al-Yami’.

 Ibn Ráyab (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Esto es permisible de acuerdo a la mayoría de los eruditos”.

 Basados en esto, los reportes de los sucesores rectos en los cuales ellos desean la muerte, deben ser entendidos como que ellos desean la muerte por temor a las tentaciones.

 Málik narró que Sa’íd ibn al-Musáiyab dijo: “Cuando ‘Umar ibn al-Jattáb llegó a Mina, hizo arrodillar a su camello en al-Abtah, y luego reunió una pila de pequeñas piedras y colocó su capa sobre ellas y la dejó caer en el piso. Luego elevó sus manos al cielo y dijo “¡Oh, Allah! Me he vuelto viejo y mi fuerza se ha debilitado. Mi ganado está disperso. Llévame contigo ahora, sin haber perdido nada y sin haber descuidado nada”.

 Sa’íd dijo: “El mes de Dul-Híyyah no terminó, antes de que ‘Umar (que Allah esté complacido con él) fuera asesinado”.

 Abu Hurairah (que Allah esté complacido con él) dijo: “¡Quien vea la muerte en venta, que la compre para mí!”.

 2 – Cuando su muerte es el martirio por la causa de Dios, glorificado y exaltado sea.

 Hay muchos reportes que indican que desear la muerte en este caso es algo prescripto, tales como los siguientes:

 Se narró de Abu Hurairah (que Allah esté complacido con él) que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Si no fuera porque sería demasiado difícil para mi comunidad, no me habría quedado atrás en ninguna campaña militar. Ojalá pudiera yo ser asesinado por la causa de Dios, luego traído a la vida nuevamente, y morir nuevamente por la causa de Dios, y ser nuevamente revivido, y vuelto a morir por Su causa” (Consensuado).

 El Mensajero (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) deseó morir por la causa de Dios, y esto fue solamente por la gran virtud del martirio.

 Muslim (1909) narró que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien le pida a Dios sinceramente el martirio, Dios hará que alcance el estatus del mártir, aún si muriera en su cama”.

 Los sucesores rectos (que Allah esté complacido con ellos) amaban la idea de morir por la causa de Dios.

 Abu Bakr (que Allah esté complacido con él) dijo, acerca del mentiroso Musaylimah, quien declaró ser un profeta: “Por Dios, lucharé contra él con la gente que ama a la muerte tanto como a la vida (los creyentes)”.

 Jálid ibn al-Walíd (que Allah esté complacido con él) escribió a la gente de Persia diciéndole: “Por Aquél aparte de Quien no hay otra divinidad, enviaré contra ustedes a gente que ama la muerte tanto como la vida”.

 Este estatus es algo deseable, quiera Dios no privarnos de él, y buscarlo es también algo elogiable, porque a quien se le concede no será privado de la recompensa de las obras rectas por las cuales una persona quiere vivir y que son mejor para él que la muerte. Más aún, Dios dispensará a quien alcance este estatus del tormento de la tumba.

 Se narró que Salmán (que Allah esté complacido con él)  dijo: “Oí que el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Estén en guardia por un día y una noche que es mejor que ayunar y rezar por la noche durante un mes, y que si mueren, les serán dadas las recompensas por las buenas obras que solían hacer y les será dada la provisión, y serán protegidos de al-Fattán (es decir, Munkar y Fakir, los dos ángeles severos que interrogarán al fallecido en la tumba)”. Muslim, 1913.

 Conclusión: Es desaconsejable para un musulmán desear la muerte cuando la razón es que le ha sucedido alguna calamidad en su vida mundana. Por el contrario, debes ser paciente y buscar la ayuda de Dios. Le pedimos a Dios que te garantice el alivio de la angustia que estás sufriendo.

 Consulta por favor también la pregunta No. 22880.

 Y Allah sabe más.

Origen: Islam Q&A