Alabado sea Dios.
No hay duda de que el tormento y la bendición de la tumba son reales, como indican los versículos del Corán, los hadices del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y el consenso de los salaf (primeras generaciones) de esta Ummah. Para más detalles sobre este tema, consulte la pregunta 34648
En cuanto a la cuestión de si la bendición y el tormento en la tumba afectan tanto al cuerpo como al alma o solo a uno de los dos, el principio básico es que el tormento y la bendición de la tumba afectan al alma, que puede conectarse con el cuerpo para que experimente parte del tormento o la bendición.
El Sheij Al Islam Ibn Taimiah (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “Debe tenerse en cuenta que la opinión de los salaf y los imames de esta Ummah es que cuando una persona muere, estará en un estado de bendición o tormento, y que eso lo experimentará tanto su alma como su cuerpo. Después de que el alma se separa del cuerpo, permanecerá en un estado de felicidad o tormento y, a veces, se conectará con el cuerpo, por lo que este experimentará la felicidad o el tormento junto con ella (en esos momentos). Luego, en el Día de la Resurrección, las almas serán devueltas a sus cuerpos y se levantarán de sus tumbas para encontrarse con el Señor de los Mundos. Este hecho cuenta con el consenso de todos los eruditos de Al hadiz wa As-Sunnah.
Hay muchos hadices que hablan de este asunto, como el hadiz narrado por Abu Dawud (4127) y clasificado como sahih por Al Albani en Sahih Abi Dawud, de Al Bara' Ibn 'Azib (que Al-lah esté complacido con él) quien dijo: “Salimos con el Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) para asistir al funeral de un hombre de los Ansar. Cuando llegamos a la tumba, aún no se había hecho el lahd (nicho), entonces el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) se sentó y nosotros nos sentamos a su alrededor como si tuviéramos pájaros sobre nuestras cabezas. En su mano tenía un palo con el que escarbaba el suelo. Luego levantó la cabeza y dos o tres veces dijo: ‘Refúgiense en Al-lah del tormento de la tumba’. A continuación, describió cómo es tomada el alma y cómo se la lleva a los cielos y luego se la devuelve (al cuerpo). Luego dijo: ‘Y oye sus pasos cuando se van. Entonces se le pregunta: Oh, fulano de tal, ¿quién es tu Señor? ¿Cuál es tu religión? ¿Quién es tu Profeta?’”.
Según otra versión: “Llegan al difunto dos ángeles que lo hacen sentar y le dicen: “¿Quién es tu Señor?”. Dice: “Mi Señor es Al-lah”, le dicen: “¿Cuál es tu religión?”. Responde: “Mi religión es el Islam”. Le dicen: “¿Quién es este hombre que ha sido enviado entre ustedes?”. Responde: “Es el Mensajero de Al-lah”. Le dicen: “¿Cómo lo sabes?”. Dice: “Leí el Libro de Al-lah y creí en él”. Eso es lo que dice Al-lah (lo que en español se interpreta así): {Al-lah afianza a los creyentes con la palabra firme en esta vida y en la otra, y extravía a los que cometen injusticias. Al-lah hace lo que quiere.} [Corán 14:27].
Luego, un pregonero clama desde el cielo: “Mi siervo ha dicho la verdad. Proporciónale muebles del Paraíso y vístelo con vestimenta del Paraíso y ábrele una puerta al Paraíso”. Entonces le llegan algunas de sus brisas y fragancias, y (su tumba) se ensancha para él hasta donde alcanzan sus ojos. Pero el incrédulo...”. Y mencionó cómo muere el kafir, y dijo: “Su alma regresa a su cuerpo y dos ángeles se acercan a él y lo sientan, luego le dicen: “¿Quién es tu Señor?”. Él responde: “Oh, oh, no lo sé”. Le dicen: “¿Cuál es tu religión?”. Él responde: “Oh, oh, no lo sé”. Entonces un pregonero grita desde el cielo: “Mi siervo está mintiendo. Proporciónale muebles del Infierno, vístelo con prendas del Infierno y ábrele una puerta del Infierno”. Entonces le llega algo de su calor y de sus vientos calientes, y su tumba se comprime hasta que sus costillas se entrelazan. Entonces se le aparece un hombre ciego y mudo que tiene un mazo de hierro que, si golpeara una montaña, esta se convertiría en polvo. Lo golpea, dándole un golpe que es escuchado por todo lo que está entre el este y el oeste, excepto las dos especies (humanos y genios) y se convierte en polvo, entonces se le devuelve su alma”.
Este hadiz indica claramente que el alma es devuelta al cuerpo y que las costillas se entrelazan. Demostrando claramente que el tormento afecta tanto al alma como al cuerpo.
Se narró de Abu Hurairah (que Al-lah esté complacido con él) que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Cuando el alma del creyente es tomada, los ángeles de la misericordia vienen a él con seda blanca y le dicen: ‘Sal a la misericordia de Al-lah’. Entonces sale con la mejor fragancia de almizcle y se lo pasan unos a otros y lo huelen hasta que lo llevan a la puerta del cielo. Dicen: ‘¿Qué es este buen aroma que ha venido de la tierra?’... Entonces ellos la llevan para que se encuentre con las almas de los creyentes, y estas se regocijan con ella, más de lo que uno de ustedes se regocija cuando un ser querido vuelve después de estar ausente por largo tiempo... En cuanto al kafir, vienen a él ángeles con un trozo de arpillera y le dicen: 'Sal a la ira y la cólera de Al-lah', y sale con el hedor más repugnante de un cadáver...” (narrado por Ibn Hibban, 7/284; su narrador dijo: “Su isnad es sahih”).
Este hadiz y otros similares indican que tanto el alma como el cuerpo experimentarán la dicha o el tormento de la tumba, in sha Al-lah.
Con respecto a que el alma experimente el tormento o la dicha por sí sola, hemos citado anteriormente un relato que así lo indica. En Sunan An-Nasa'i (2073) se narra de Ka'b Ibn Malik (que Al-lah esté complacido con él) que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “El alma del creyente está (como un pájaro) comiendo de los árboles del Paraíso, hasta que Al-lah la devuelva a su cuerpo el Día de la Resurrección” (clasificado como sahih por Al Albani en Sahih An-Nasa'i).
Estos hadices indican que los cuerpos que están en las tumbas experimentarán la felicidad o el tormento, si Al-lah quiere y como Él quiera, y que el alma experimentará la felicidad en el Paraíso por sí misma. Ambos son ciertos. Los hadices también indican que las almas continuarán experimentando satisfacción o tormento después de dejar sus cuerpos.
Le preguntaron al Sheij Ibn 'Uzaimin (que Al-lah lo tenga en Su misericordia): ¿El tormento de la tumba le sucede al cuerpo o al alma?
Respondió: “El principio básico es que le sucede al alma, porque las reglas después de la muerte se aplican al alma, y el cuerpo se convierte en un cadáver inmóvil. Por lo tanto, el cuerpo ya no necesita alimento para mantenerse, pues ni come ni bebe, sino que se lo comen los gusanos. Así que el principio básico es que le sucede al alma. Pero el Sheij Al Islam Ibn Taimiah dijo que el alma puede estar conectada al cuerpo para que experimente tormento o placer junto con él... Basándose en esto, los eruditos dijeron que el alma puede estar en contacto con el cuerpo, por lo que el tormento les sucede a ambos. Tal vez eso pueda estar indicado por el hadiz en el que el Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: ‘La tumba se comprime para el kafir hasta que sus costillas se entrelazan’. Esto indica que el tormento le sucederá al cuerpo, porque las costillas son parte del cuerpo” (Maymu' Fatawa Ibn 'Uzaimin, 1/25)
Y Al-lah sabe más.
Ver:
Maymu' Fatawa Sheij Al Islam, 4/282-299.
Al Qiamah As-Sughra del Sheij 'Umar Al Ashqar, 107.
(Este libro está disponible en español bajo el título: La Resurrección Menor, publicado por IIPH /International Islamic Publishing House).