Alabado sea Dios.
Alabado sea Allah.No está permitido que una mujer realice el i’tikaaf sin el permiso de su esposo, porque que ella realice el i’tikaaf en la mezquita afecta los derechos de su esposo.
Si él le concede el permiso, él tiene el derecho a cancelarlo y pedirle que abandone el i’tikaaf.
Ibn Qudaamah (4/485) dijo:
La esposa no tiene derecho a realizar el i’tikaaf sin el permiso de su esposo… si su esposo le concede el permiso, y después de que ella lo comenzó quiere pedirle que abandone el i’tikaaf, él tiene el derecho a pedírselo en el caso de un i’tikaaf voluntario. Ésta es la opinión de al-Shaafi’i… Si él le concedió permiso para que ella cumpla una promesa, él no tiene el derecho a pedirle que abandone su i’tikaaf, porque éste es obligatorio una vez que se comienza y se debe finalizar, como el Hayy una vez que la persona ha entrado al ihram para realizarlo.
La Sunnah indica que está permitido que un hombre evite que su esposa realice el i’tikaaf sin su permiso.
Al-Bujari (2033) y Muslim (1173) narraron que ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) dijo: “Cuando el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) quería cumplir con el i’tikaaf, oraba la plegaria del Fayr, luego entraba a su lugar para el i’tikaaf. Él ordenó que se armara su carpa, con la intención de cumplir con el i’tikaaf durante los últimos diez días del Ramadán. Entonces Zaynab ordenó que su carpa sea armada, y otras esposas del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) ordenaron lo mismo. Cuando el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) oró la plegaria del Fayr, vio las carpas y dijo: “¿Tienen la intención de hacer algo honrado con esto?” Luego ordenó que su carpa fuera desarmada, y abandonó el i’tikaaf en Ramadán, y lo realizó durante diez días al comienzo del Shawwaal.
Según un informe narrado por al-Bujari: ‘Aa’ishah le pidió permiso (para cumplir con su i’tikaaf) y él se lo concedió, luego Hafsah le dijo a ‘Aa’ishah que le pidiera permiso para ella y así lo hizo.
Al-Nawawi dijo:
“Honrado” aquí significa obediencia o adoración. Al-Qaadi dijo: Él (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo esto a modo de regaño. Él (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) les concedió a algunas de ellas el permiso para realizarlo, como fue narrado por al-Bujari. La razón por la que él criticó esto fue que temió que ellas no fueran sinceras durante su i’tikaaf, y que todo lo que quisieran fuera estar cerca de él debido a sus celos; o por sus celos protectores hacia ellas, él no quería que ellas permanecieran en la mezquita cuando era el lugar en el que la gente se reunía y al que asistían beduinos e hipócritas, y ellas deberían salir para hacer sus necesidades y estarían expuestas a las miradas de la gente... O esto puede haber pasado porque él (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) se vio con ellas cuando estaba en la mezquita y fue como si hubieran estado en su casa con sus esposas, lo que representó una distracción del propósito del i’tikaaf, que es alejarse de las esposas y de las preocupaciones mundanas, etc. O puede haber sido porque había muchedumbre en la mezquita con sus carpas. Éste hadiz indica que el i’tikaaf de la mujer es válido, porque él (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) les concedió el permiso, y sólo las detuvo después por alguna razón. También indica que un hombre puede evitar que su esposa realice el i’tikaaf si no tiene su permiso. Ésta es la opinión de todos los expertos. Si él le ha concedido permiso, ¿puede evitar que lo haga después de esto? No hay diferencia entre los expertos sobre este tema. Según al-Shaafi’i, Ahmad y Abu Dawud él tiene el derecho a detenerla y pedirle que abandone el i’tikaaf voluntario.
Ibn al-Mundhir y otros dijeron: Este hadiz indica que una mujer no debe entrar al i’tikaaf hasta haberle pedido permiso a su esposo, y que si entra al i’tikaaf sin su permiso, él tiene derecho a pedirle que lo abandone; si le ha concedido el permiso tiene derecho a arrepentirse y detenerla. Se narró de algunas personas que emiten opiniones (referencia a los hanafies - ahl al-ra’i) que si el esposo le concede el permiso y luego la detiene, comete un pecado, y ella puede negarse. Se narró de Maalik que él no tiene derecho a hacer esto. Pero este hadiz es la prueba en su contra.
Tomado de Fath al-Baari.