Alabado sea Dios.
En primer lugar, está prohibido para el varón musulmán afeitarse la barba, tanto en Ramadán como en cualquier otra época del año, a causa de los reportes auténticos que claramente encomiendan dejarse crecer la barba.
Por ejemplo, el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Sean diferentes de los asociadores: déjense crecer la barba, y recórtense el bigote”. Narrado por al-Bujari, 5892; Muslim, 259.
Y también dijo en otra ocasión: “Recórtense el bigote y déjense crecer la barba; diferénciense de los zoroastrianos”. Narrado por Muslim, 260.
El gran erudito Ibn al-Muflih (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Ibn Házm afirmó que había consenso entre los eruditos para decir que recortarse el bigote y dejarse crecer la barba era algo obligatorio”. Al-Furu’, 1/130.
Afeitarse la barba no es una de las cosas que rompen el ayuno, pero sí disminuye su recompensa. Lo mismo se aplica a otros pecados, tales como mentir, calumniar, etc.
Le preguntaron al Shéij Muhámmed ibn ‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él): “Involucrarse en discusiones prohibidas durante el día en Ramadán, ¿invalida el ayuno?”
Él respondió:
“Si leemos las palabras en que Dios dijo (traducción del significado):
“¡Oh, creyentes! Se os prescribió el ayuno al igual que a quienes os precedieron para que alcancéis la piedad” (al-Báqarah, 2:183).
Entenderemos que la razón detrás de encomendar el ayuno es incentivar la piedad. La piedad significa abandonar las cosas prohibidas, y en general significa hacer lo que se nos ha encomendado y abstenernos de lo que se nos ha prohibido.
El Profeta (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Quien no abandone el falso discurso ni deje de actuar en base a la ignorancia, Dios no necesita que deje su comida y su bebida”. Narrado por al-Bujari, 6057.
Basándonos en esto, lo más importante es que la persona evite las cosas prohibidas, tanto en palabras como en actos. Por lo tanto, no debe hablar mal de los demás, decir mentiras o difundir rumores maliciosos entre la gente; no debe involucrarse en transacciones prohibidas, y debe evitar todo lo prohibido. Si una persona evita todo eso durante el mes completo, será recto durante el resto del año. Pero desafortunadamente muchos de los ayunantes no diferencian entre el día en que están ayunando y un día cualquiera. Entonces continúan hablando y actuando como lo hacen habitualmente, involucrándose en cosas prohibidas como las mencionadas. Uno no puede encontrar la dignidad del ayuno en ellos en lo más mínimo. Estas acciones no invalidan el ayuno, pero disminuyen grandemente su recompensa, y cuando son hechas continuamente pueden anular la recompensa completamente.
De Maymu' al-Fatáwa ash-Sháij Ibn al-‘Uzaimín, vol. 19, pregunta No. 233.
Y Allah sabe más.