Alabado sea Dios.
El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es el mejor de los hijos de Adán, y por lo tanto es un ser humano, uno de nosotros. Nació de dos padres, comía su comida, se casó con mujeres, tuvo hambre y estuvo enfermo, y sintió alegría y pesar. Uno de los signos más claros de que él era un ser humano es que falleció, como Dios hará que fallezcan todas las criaturas. Ninguna de todas estas cosas distinguieron al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) del resto de las personas, sino más bien lo que lo distinguió fue el don de la profecía y recibir una revelación de Dios. Dios dijo (traducción del significado):
“Diles: Yo no soy más que un hombre a quien se le ha revelado que sólo debéis adorar a Allah, vuestra única divinidad. Quien anhele la comparecencia ante su Señor que realice obras piadosas y que no adore a nadie más que a Él” (Al-Kahf, 18:110).
El estatus del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en su humanidad es el mismo que el de todos los profetas y mensajeros. Dios dijo (traducción del significado):
“Y no les creamos [a los Mensajeros] con un organismo con el que pudiesen prescindir de comer, ni tampoco eran inmortales” (Al-Anbiá', 21:8).
Dios reprochó a aquellos que cuestionaron la simple naturaleza humana del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Dios dijo (traducción del significado):
“¿Qué clase de Mensajero es éste? Se alimenta y anda por el mercado [ganándose la vida] igual que nosotros. [Si de verdad es un Mensajero] ¿Por qué no desciende un Ángel y lo secunda en su misión de advertir a los hombres?” (Al-Furqán, 25:7).
No es permisible para los musulmanes exagerar su devoción y atribuir al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) cualidades cuasi divinas, porque esto sería contradecir abiertamente lo afirmado por el Corán. Por ejemplo, no es permisible para los musulmanes afirmar que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estaba hecho de luz como los ángeles, o que su figura no daba sombra. Todas estas cosas son formas de exageración e idolatría que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) prohibió cuando dijo: “No me adoren a mí como aquellos que adoran a Jesús. Digan de mí: ‘El siervo de Dios y Su mensajero’”. Narrado por al-Bujari, 6830.
Se ha probado en la Tradición Profética que fueron los ángeles quienes fueron creados de luz, y no ninguno de los hijos de Adán. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Los ángeles fueron creados de luz, Satanás fue creado del fuego sin humo, y Adán (la paz sea con él) fue creado de barro”. Narrado por Muslim, 2996.
El shéij Al-Albani (que Allah tenga misericordia de él) dijo en As-Sílsilah as-Sahihah (458):
“Esto indica que el conocido reporte que está en circulación entre algunos musulmanes y que afirma ‘Lo primero que Dios creó fue la luz de tu Profeta, Oh, Yábir’, es completamente falso, y hay otros reportes similares que también afirman que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue creado de luz. En cambio, este reporte auténtico narrado por Muslim claramente indica que quienes fueron creados de la luz fueron los ángeles, no los hijos de Adán, por lo tanto, prestemos atención y no difundamos supersticiones”. Fin de la cita.
El Comité Permanente de Jurisprudencia Islámica de Arabia Saudita fue consultado con la siguiente pregunta: “Aquí en Pakistán los shéijs de la secta Barelawi creen que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no arrojaba sombra, lo cual indicaría según ellos que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no era humano. ¿Es auténtico este reporte que afirma que el Profeta no daba sombra?”.
Ellos respondieron:
“Este punto de vista es falso, y contradice claramente los textos del Sagrado Corán y de la Tradición Profética, que indican claramente que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) era un ser humano que no difería en su constitución del resto de las personas. Y por supuesto que daba sombra, como cualquier otro ser humano. El don de la profecía y el haber recibido una revelación, con lo cual Dios lo honró por encima del resto de la humanidad, no alteró en forma alguna su constitución humana, con la cual Dios lo creó a partir de su padre y de su madre. Dios dijo (traducción del significado):
“Diles: Yo no soy más que un hombre a quien se le ha revelado que sólo debéis adorar a Allah, vuestra única divinidad” (Al-Kahf, 18:110).
“Sus Mensajeros les dijeron: Somos seres humanos como vosotros” (Abrahán, 14:11).
Con respecto al reporte que dice que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue creado de luz, es un reporte inventado”. Fin de la cita de Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 1/464.
Consulta también la respuesta a las preguntas No. 4509 y 6084.
Y Allah sabe más.