Alabado sea Dios.
Al hamdulilah Como usted sabe, estimada y noble investigadora, el Islam es la verdadera religiَn de justicia y camino recto, debería abrazarla sin demora y comenzar a practicar los deberes islámicamente prescriptos, tal como la oraciَn, etc. Ganar conocimiento acerca del Islam es un es una cosa maravillosa a la que debe encomendarse. Su queja infortunada con respecto a la ausencia un ambiente virtuoso es ciertamente válida y hasta cierto punto un problema; sin embargo, este obstáculo sin duda puede ser superado por la voluntad de Allah. Por ejemplo hay varias páginas en Internet que puede usar para obtener conocimiento y beneficios. Puede también enviar correspondencia a las diversas organizaciones y casas editoras para conseguir libros valiosos e informativos sobre el Islam. Puede haber un centro Islámico en su ciudad o en una ciudad cercana a la que pueda ir, aunque sea sَlo una vez al mes, para conocer hermanas musulmanas y recibir consejo de ellas y trabajar unas con otras en mandatos justos y buenas obras. Probablemente puede usar la Internet como una vía para encontrar las direcciones de centros Islámicos en cualquier ciudad o estado en particular. Si está dentro de sus posibilidades mudarse a una ciudad donde haya una comunidad musulmana o un centro islámico que adhiera a la verdad, corriente principal del Islam (seguidores de la Sunnah y la comunidad islámica unida), esto sería muy bueno. Si, en el peor de los casos, Allah no lo permita, suponga que no encuentra ni siquiera un sَlo musulmán cerca suyo, esto no debería impedirle aferrarse firmemente a la religiَn del Islam. En el Islam usted tiene una permanente relaciَn con su Seٌor: puede rendirle culto, hablarle y solicitarle guía, sostén y ayuda para adherirse a Su religiَn; sentirá su compaٌía y seguridad por medio de sus oraciones hacia él, su bْsqueda de refugio en él, tan grande que compensará con creces cualquier ausencia, y aliviará su soledad y la incapacidad de encontrar amigas hermanas en la fe y en la religiَn. Considere la situaciَn de los seguidores de nuestro amado Profeta (la paz sea con él) que abrazaron el Islam en sus comienzos. Ellos permanecieron solos y como extraٌos entre sus tribus y pueblos, cada uno adorando a Allah desde su lugar hasta que el Profeta emigrَ a Medina, hasta el momento en que migraron con él y lo apoyaron para establecer el estado Islámico. Rogamos a Allah que la guíe, para que usted rápidamente pueda responder al llamado de Allah y su Profeta (la paz sea con él), y le deseamos felicidad en esta vida y en la venidera.