Alabado sea Dios.
Los sueños perturbadores pueden provenir de Satanás. Cuando ese es el caso, lo que indican los textos de la ley islámica es que el musulmán escupa en seco (sin saliva) sobre su hombro izquierdo tres veces, y busque refugio en Dios de Satanás el maldito, y luego cambie de posición, durmiendo del otro lado. Esto servirá para dispersar cualquier pesadilla. Las pesadillas no deben ser relatadas, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo en un reporte auténtico: “Los sueños lúcidos provienen de Dios, y las pesadillas provienen de Satanás. Si alguno de ustedes ve algo desagradable en un sueño, que escupa en seco tres veces sobre su hombro izquierdo, que busque refugio en Dios de Satanás el maldito tres veces, y que cambie de posición para dormir. Entonces la pesadilla no volverá a perturbarlo. Y no debe contarle a nadie lo que soñó. Pero si tiene un sueño lúcido, que alabe a Dios y le cuente a sus seres queridos sobre ello”.