Jueves 25 Yumada az Zaniah 1446 - 26 Diciembre 2024
Español

Un hijo con carácter irascible

Pregunta

Tengo un hijo que pierde la compostura muy fácilmente. ¿Cómo puedo lidiar con esto?

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

El asunto de cómo lidiar con el enojo ya ha sido tratado. Por favor, vea la pregunta número 658. Algunas formas de hacerlo son las siguientes:

- Buscar refugio en Al-lah del maldito Shaitán.

- Mantenerse callado.

- Calmarse. Si uno está parado, sentarse; si uno está sentado, recostarse.

- Recordar la recompensa de refrenar la ira, tal como dice el hadiz sahih (narración profética auténtica): “No te enojes y el Paraíso será tuyo”.

- Comprender el alto estatus de aquel que logra controlarse, tal como dice el hadiz sahih: “A aquel que logra frenar su ira, Al-lah le cubrirá sus faltas. A aquel que controla su furia –incluso cuando la puede mostrar–, Al-lah le llenará su corazón de esperanza en el Día de la Resurrección” (clasificado como hasan/sólido por Al Albani en As-Silsilah As-Sahihah, 906).

- Aprender las enseñanzas del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) sobre el enojo.

- Saber que controlar la ira es una de las señales de la piedad, tal como dice el hadiz citado arriba.

- Prestar atención cuando uno es amonestado, controlarse y seguir los consejos.

- Conocer los malos efectos de la ira.

- Pensar en cómo el enojo nos afecta cuando estamos en ese estado.

- Suplicar a Al-lah que quite el resentimiento de nuestros corazones.

Aquí dejamos una hermosa historia que te puede ayudar a lidiar con tu hijo:

Había un muchacho que siempre perdía los estribos. Su padre le dio una bolsa llena de clavos y le dijo, “Hijo mío, quiero que claves un clavo en nuestro cerco del jardín cada vez que quieras descargar tu enojo y estés enfurecido”.

El hijo siguió el consejo de su padre. En su primer día clavó 37 clavos, pero hacerlo no era fácil, entonces comenzó a controlarse cuando se enojaba. A medida que pasaban los días, cada vez clavaba menos y menos clavos, y en pocas semanas ya podía controlarse y lograba no enojarse. Fue a su padre y le contó lo que había logrado. Su padre estaba feliz por su esfuerzo y le dijo: “Pero ahora, hijo mío, debes sacar un clavo por cada día que no estás enojado”.

El hijo hizo eso hasta que no quedaron clavos en el cerco. Fue a su padre y le contó lo que había logrado. Él lo llevó al cerco y le dijo: “Hijo mío, has hecho bien, pero mira estos agujeros en el cerco; ya no volverá a ser el mismo”. Luego agregó, “Cuando dices cosas enojado, dejan marcas como estos agujeros en los corazones de los demás. Puedes apuñalar a alguien y remover el cuchillo, pero no importa cuántas veces pidas perdón, la herida siempre permanecerá”.

Y Al-lah sabe más.

Origen: Islam Q&A