Alabado sea Dios.
Ibn al-Qayyim dijo: La saliva y el vَmito son muy comunes. El Seٌor de Universo sabe que los niٌos pequeٌos vomitan frecuentemente y que no pueden lavarse la boca, y que su saliva suele caer sobre aquellos que los cuidan. Por eso no nos ha ordenado lavarnos la ropa ni nos ha dicho que no podemos orar con esa ropa; tampoco nos ha ordenado evitar la saliva de los niٌos pequeٌos. Un grupo de jurisprudentes dijo que se trata de una impureza que es pasada por alto ya que implica una dificultad extrema (es difícil de evitar), como el barro de las calles, o la impureza después de istiymaar (la higienizaciَn seca luego de orinar o defecar), o la impureza que se halla en la suela de los zapatos después de frotarlos contra el suelo (para limpiarlos). La saliva de los niٌos es considerada como una manera de purificar su boca (después de vomitar), para evitar dificultades. La evidencia de ello es la narraciَn hecha por Abu Qataadah (que Allah esté complacido con él) quien dijo que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) solía inclinar la vasija para que el gato bebiera de ella, y luego realizaba la abluciَn del mismo recipiente con el agua que quedaba.