Alabado sea Dios.
Yo no conozco ninguna forma específica ni especial de darle la bienvenida al mes de Ramadán, si bien es cierto que los musulmanes debemos recibir este mes con alegría y con agradecimiento, porque Dios nos ha permitido llegar a él y experimentarlo. El mes de Ramadán está lleno de las bendiciones de Dios para los musulmanes. Por eso el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía felicitar a sus compañeros por la llegada de este mes y hablarles de sus virtudes, y de la gran recompensa que Dios había preparado para aquellos que ayunan y pasan la noche en oración. El musulmán debe recibir este mes con arrepentimiento sincero y preparándose para ayunar y rezar por la noche, purificando sus intenciones y determinándose a ello.
Fin de la cita de Maymu' al-Fatáwa wa Maqálat Mutanáwwiah, 15/9.