Alabado sea Dios.
Si el musulmán ha decidido viajar para hacer la peregrinación mayor o la menor, es recomendable que aconseje a su familia y amigos a temer a Dios, glorificado y exaltado sea, es decir cumplir Sus mandamientos y prestar atención a Sus prohibiciones.
Debería poner por escrito lo que le deben y lo que él adeuda, y debería tener testigos. Debe apresurarse a arrepentirse sinceramente de todos sus pecados, porque Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“Y pedid perdón a Allah por vuestros pecados ¡Oh, creyentes!, que así tendréis éxito [en esta vida y en la otra]” (An-Nur, 24:31).
El verdadero arrepentimiento significa abandonar el pecado, lamentando lo que uno ha hecho en el pasado y resolviendo no volver a él. Si ha ofendido a personas, moral, física o financieramente, o ha dicho algo impugnando su honor, debe corregir ese mal y pedirles que lo perdonen antes de viajar, porque esto fue sólidamente narrado del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que dijo: “Quien ha ofendido a su hermano con respecto a su patrimonio o su honor, que le pida perdón hoy, antes de que no haya dinar o dirham que lo salve, pues si tiene algunas buenas obras en su haber, se quitarán proporcionalmente al mal que hizo, y si no tiene ninguna buena obra en su haber, algunas de las malas obras de su compañero serán añadidas a su carga”.
Debe utilizar para su peregrinación mayor o menor riqueza pura (es decir, aquello que es permitido y que obtuvo de fuentes lícitas), porque se narró de un reporte bueno del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que dijo: “Ciertamente Dios, glorificado y exaltado sea, es bueno y no acepta nada excepto lo que es bueno (es decir, permitido)”. At-Tabarani registró que Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) dijo que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Si un hombre parte como peregrino con provisión pura y permitida, y pone su pie en el estribo y exclama “Aquí estoy, Dios nuestro, aquí estoy (labbáika Allahúmma labbáik)”, le dirán desde el cielo “Que prosperes; tu provisión es lícita, tu montura es lícita, tu peregrinación mayor será aceptada y tus pecados serán expiados”. Pero si un hombre se pone en camino con provisiones prohibidas, y pone su pie en el estribo y exclama “Aquí estoy, Dios nuestro, aquí estoy (labbáika Allahúmma labbáik)”, le dirán desde el cielo “Que tú nunca prosperes; tu provisión es prohibida, tu gasto es prohibido y tu peregrinación mayor no será aceptada”.
El peregrino no debe mostrar ningún interés en lo que las personas tienen y debe abstenerse de pedirles, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien pida a Dios que le ayude a mantener su dignidad, Dios le ayudará; y quien busca la ayuda de Dios para ser independiente de medios, Dios lo hará independiente”. Y él (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Un hombre pedigüeño seguirá pidiendo a los demás hasta que llegue al Día de la Resurrección sin carne en su rostro”.
El peregrino debe, para realizar la peregrinación mayor y menor, buscar complacer a Dios y tener éxito en el Más Allá, buscar acercarse a Dios en esos lugares santos por medio de lo que a Él Le agrada, en palabras y hechos. Hay que tener cuidado en esto, no sea que su intención al realizar la peregrinación mayor sea la ganancia mundana o mostrarse y jactarse sobre eso, porque esos están entre los más condenables de los objetivos subliminales y son la causa de que las buenas obras sean rechazadas y no sean aceptadas, como Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“Quien desee la vida mundanal y sus placeres solamente, se los concederemos y no será defraudado. 16. Éstos son quienes no tendrán en la otra vida sino el castigo del Infierno; lo que hubieren hecho se desvanecerá, y sus obras habrán sido en vano” (Hud, 11:15-16).
“Quienes anhelen los placeres transitorios de la vida mundanal sepan que se los concederemos a quienes queramos, pero luego les destinaremos al Infierno, donde ingresarán humillados y condenados. 19. Pero quienes deseen la otra vida, sean creyentes y se afanen por alcanzarla se les retribuirá por su esfuerzo” (Al-Isra’, 17:18-19).
Y fue narrado de un reporte bueno del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), que dijo: “Dios, glorificado y exaltado sea, dijo: “Yo soy tan autosuficiente que no tengo ninguna necesidad de tener un socio. Así, quien haga una acción por otro además de Mí, Yo renunciaré a lo que haya hecho por Mí en favor de quien él asoció conmigo”.
También debe escoger como compañeros de viaje gente piadosa, que tengan una sólida comprensión de la religión, y debe evitar la compañía de los tontos y los perversos.
Debe aprender lo que está prescripto en la peregrinación mayor y menor, buscar entender eso correctamente y preguntar sobre cualquier cosa que no entienda, para que tenga conocimiento y perspicacia. Entonces cuando suba a su montura, se meta en su coche, aborde su avión o cualquier otro medio de transporte, es recomendable que mencione el nombre de Dios, glorificado y exaltado sea, Le rece, y diga “Alláhu Ákbar” tres veces, y luego diga: “Subhána al-ladí sajjára lana hada wa ma kúnna lahu muqrinín, wa ínna ila rábbina la munqalibun. Allahúmma ínna nas’áluka fi safárina hada al-bírr wa at-taqwa wa min al-‘aml ma tarda, Allahúmma hawwin ‘alaina safarana hada watwi ‘anna bu’dahu. Allahúmma anta as-sáhib fi as-sáfar wa al-jalifah fi al-ahl. Allahúmma ínni a’udu bika min wa’za’ as-safar wa ka’ábat al-manzar wa su’ al-munqalib fi al-maali wa al-ahl ” (Glorificado sea Quien ha colocado este (transporte) a nuestro servicio, nosotros mismos no habríamos sido capaces de eso, y nuestro Señor es nuestro destino final. Dios nuestro, Te pedimos justicia y piedad en este viaje nuestro, y Te pedimos para obras que Te plazcan. Dios nuestro, facilita nuestro viaje y haznos cubrir su distancia rápidamente. Dios nuestro, Tú eres el Compañero en el viaje y el Sucesor (Quien los guarda en ausencia de una persona) sobre la familia. Dios nuestro, me refugio en Ti de las dificultades del viaje, de tener un mal cambio de actitud y de estar en una mala situación, y me refugio en Ti de un resultado nefasto en cuanto a riqueza y familia”. Esto fue narrado del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y fue registrado por Muslim del reporte de Ibn ‘Umar (que Dios esté complacido con él).
Durante su viaje debe rememorar abundantemente a Dios, pedirle perdón, invocarlo, suplicarle, leer el Corán y reflexionar sobre sus significados, ofrecer las oraciones obligatorias en congregación, guardar su lengua contra los chismes y contra hablar acerca de lo que no le concierne, o contra bromear demasiado. Debe también guardar su lengua contra la mentira, la maledicencia, contra difundir rumores maliciosos y burlarse de sus compañeros o de otros musulmanes.
Debe mostrar bondad hacia sus compañeros y abstenerse de dañar o molestarlos; debe encomendar hacer lo que es bueno y censurar lo que es malo, con sabiduría y hermosas palabras, con lo mejor de su capacidad”.
Fin de la cita de Maymu' al-Fatáwa Ibn Baz (16/32-37). Shéij ‘Abd al-‘Aziz Ibn Baz (que Allah tenga misericordia de él).