Alabado sea Dios.
Dios, glorificado y exaltado sea, en Su inmensa sabiduría, prescribió una variedad de actos de culto para el ser humano, para probarlos y mostrar entre ellos cuáles son las mejores obras y las más piadosas. La gente difiere en carácter y actitud, uno de ellos puede favorecer un tipo de culto en particular porque le complace, pero no otro tipo de culto determinado. Entonces encontrarás que tal persona hace apresuradamente un tipo de acto de culto, pero se muestra lento y renuente a realizar el otro. El verdadero creyente es aquel que se somete a lo que fuera que complace a su Señor, y no solamente a lo que está más de acuerdo con su naturaleza.
Entre las distintas clases de actos de culto están los pilares del Islam. Algunos de ellos son predominantemente físicos, requiriendo esfuerzo y movimientos corporales, como es el caso de la oración; otros son físicos pero requieren abstinencia de cosas deseables, como en el caso del ayuno; otros son predominantemente financieros, como en el caso de la caridad social obligatoria (zakah), y otros son tanto físicos como financieros, como en el caso de la peregrinación.
La peregrinación combina esfuerzos tanto físicos como económicos, porque implica viajar, y más esfuerzo que otros actos de culto, y por eso Dios nos lo ha encomendado como obligatorio hacerlo al menos una vez en la vida, y ha estipulado que para que sea obligatorio uno debe estar en condiciones físicas y económicas de realizarlo. Ser capaz tanto física como económicamente de realizarlo es una norma general para todos los actos de culto, pero está mucho más enfatizado en el caso de la peregrinación mayor obligatoria. La peregrinación tiene grandes beneficios, entre los que se enumeran los siguientes:
1 – Nos permite completar nuestra religión, cumpliendo uno de sus pilares fundamentales. Esto es indicativo de su importancia y muestra que Dios ama este acto de culto.
2 – Es una forma de esfuerzo por la causa de Dios (yihâd), y por eso Dios lo menciona luego de los versos que hablan sobre la yihâd. Y se ha probado en las obras de reportes más auténticos que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo a su esposa ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) cuando ella le preguntó si la yihâd era obligatoria para las mujeres: “Sí, pero una yihâd para ellas que no implica combatir, sino la peregrinación”.
3 – Hay una inmensa recompensa para quien realiza la peregrinación de la manera prescripta. Se ha narrado en un reporte auténtico que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Una peregrinación aceptada trae una recompensa no menor que el Paraíso”. Y también dijo: “Quien realiza la peregrinación mayor obligatoria y no comete ninguna obscenidad ni maldad, volverá libre de pecado como el día en que nació”. Y se narró que Abu Hurairah (que Allah esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Los peregrinos realizando la peregrinación mayor y menor son huéspedes de Dios; si ellos Lo llaman, Él les responderá, y si ellos Le piden Su perdón, Él los perdonará”. Narrado por an-Nasá'i e Ibn Mayah.
4 – Se ha establecido la rememoración de Dios durante la peregrinación. Él es venerado y algunos rituales, tal como la oración del peregrino (talbíyah), son ejecutados durante la circunvalación al Templo de la Ka’bah, cuando se recorre el camino entre las colinas de as-Safa y al-Marwah, durante la permanencia en la colina de ‘Arafat, pasando la noche en Muzdálifah y lanzando piedras en al-Yamrah, además de otras formas de rememorar a Dios, como proclamando Su grandeza a través del takbir (Alláhu Ákbar), y venerándolo. En un reporte se ha narrado que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “La circunvalación del Templo, el recorrido ritual entre las colinas de as-Safa y al-Marwah y lanzar piedras en Yimar, sólo han sido establecidas para rememorar a Dios”.
5 – Durante la peregrinación, los musulmanes de todas partes del mundo llegan juntos y muestran su amor los unos por los otros, y se conocen. Esto también viene acompañado de buena exhortación, de guía hacia la verdad y del mutuo incentivo entre la gente para aferrarse a ella.
6 – Los musulmanes demuestran unidad en un mismo momento, en un mismo lugar, tanto en acciones como en apariencia. Todos ellos provienen de diferentes latitudes y realizan las mismas acciones y usan la misma vestimenta con humildad ante Dios, glorificado y exaltado sea.
7 – La estación de la peregrinación trae abundantes recompensas tanto en términos espirituales como mundanos, pues los musulmanes podemos beneficiarnos del mutuo conocimiento y haciendo negocios. Por eso Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“…para que puedan ser testigos de aquello que les beneficia…” (al-Hách, 22:28).
Esto incluye beneficios tanto espirituales como materiales y mundanos.
8 – La peregrinación incluye ofrecer sacrificios tanto obligatorios como recomendables, que demuestran respeto por los rituales de Dios, comiendo de la carne sacrificada en Su nombre y dando de ella en caridad a los pobres.
Los beneficios de la peregrinación obligatoria, tanto evidentes como ocultos, son innumerables.