Alabado sea Dios.
El musulmán que está capacitado para ganarse la vida debe esforzarse para ganar lo que le servirá para preservarse y para preservar a aquellos que están bajo su cuidado, tal como su familia e hijos, de tener que mendigar y para ganar lo que sea necesario para su manutención. Si se maneja bien al hacer esto y luego gasta el resto de su tiempo, ya sea durante la noche o el día, en adorar a Allah rezando, ayunando o leyendo el Corán, eso es mejor. No hay un tiempo específico para el culto en general, pero sí, rezar durante la noche es mejor que rezar durante el día. Esto no significa que no haya recompensa por las oraciones voluntarias durante el día. Debe comenzar haciendo lo que es obligatorio, ya sea sus obligaciones hacia Dios o hacia Su creación y luego puede usar el resto de su tiempo para hacer lo que es recomendable, y si se complace haciendo algunas actividades permisibles con propósitos de relajación o recreación, esto está bien.