Alabado sea Dios.
No hay nada de malo con tomar el Libro y leerlo durante las oraciones de la noche en Ramadán, porque esto ayudará a que los miembros de la congregación oigan el Corán completo. Tanto el Sagrado Corán como la Tradición Profética indican que el Corán debe recitarse durante las oraciones, ya sea leyendo el libro físico o recitando su contenido de memoria. Se ha probado que ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) le dijo a su esclavo liberto Dakwán que la dirija en la oración durante la noche en Ramadán, y él solía leerla del Libro. Al-Bujari mencionó esto en su obra Sahih.
Fatawa al-Islamíyah, vol. 2.