Alabado sea Dios.
Los musulmanes aman al Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) más que a nadie por las siguientes razones:
1. Al-lah nos ha ordenado amar al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él). Al-lah dice (lo que en español se interpreta así): {Deben obediencia absoluta a Al-lah y a Su Mensajero, y tengan cuidado [de desobedecerlos]. Pero quien se rehúse, sepa que Mi Mensajero solo tiene la obligación de transmitir [el Mensaje] con claridad
} [Corán 5:92].
2. Al-lah nos ha informado que la obediencia al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) es la obediencia a Él. Al-lah dice (lo que en español se interpreta así): {Quien obedezca al Mensajero obedece a Al-lah. Pero no te he enviado como custodio de quien te rechace} [Corán 4:80].
3. Al-lah nos ha advertido sobre desobedecer al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y que eso podría llevar al musulmán a cometer shirk (asociar copartícipes con Al-lah). Al-lah dice (lo que en español se interpreta así): {No llamen al Mensajero de la misma manera que se llaman unos a otros. Al-lah conoce bien a quienes se retiran con disimulo [sin pedir permiso]. Que estén precavidos aquellos que desobedezcan las órdenes del Mensajero de Al-lah, no sea que les sobrevenga una desgracia o los azote un castigo severo} [Corán 24:63].
Al-lah nos ha dicho que el estatus de Profeta que Él le dio a Su Enviado (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) requiere que los creyentes lo respeten y lo veneren. Al-lah dice (lo que en español se interpreta así): {Te he enviado [¡oh, Muhammad!] como testigo [de la unicidad divina], albriciador y amonestador. Crean en Al-lah y en Su Mensajero, asistan y honren [al Profeta], y glorifiquen [a Al-lah] por la mañana y por la tarde} [Corán 48:8-9].
4. La fe del musulmán no puede estar completa hasta que ame al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y hasta que él le sea más amado que su propio padre, su hijo, su propio ser, y toda la gente. Se narró que Anas (que Al-lah esté complacido con él) dijo: “El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: ‘Ninguno de ustedes creerá verdaderamente hasta que yo sea más amado que su propio padre, su hijo, su propio ser, y toda la gente’” (narrado por Al Bujari, 15; Muslim, 44).
‘Abdul-lah Ibn Hisham (que Al-lah esté complacido con él) dijo: “Estábamos junto al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) cuando tenía tomada la mano de ‘Umar Ibn Al Jattab. ‘Umar (que Al-lah esté complacido con él) le dijo: ‘Oh, Mensajero de Al-lah, tú eres más amado para mí que todo, excepto que yo mismo’. El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) le dijo: ‘No. Por Aquel en Cuyas Manos está mi alma, no [tendrás una fe completa] hasta que yo sea más amado para ti que tu propio ser’. ‘Umar le respondió: ‘Ahora, por Al-lah, tú eres más amado para mí que yo mismo’. El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) le dijo: ‘Ahora [eres un verdadero creyente], oh, ‘Umar’” (narrado por Al Bujari, 6257).
El Sheij Al Islam Ibn Taimiah (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “El motivo por el cual es obligatorio amar al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y venerarlo más que a cualquier otra persona, es que no podemos alcanzar lo bueno en esta vida y en el Más Allá excepto a través de él (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), creyendo en él y siguiéndolo. Esto es porque nadie puede ser salvado del castigo de Al-lah, y tampoco podrá llegarle la misericordia de Al-lah si no es a través del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), creyendo en él, amándolo, siendo leales a él y siguiéndolo. Ese es el medio por el cual Al-lah lo salvará del castigo en esta vida y en la Otra. Esa es la forma de lograr lo bueno en este mundo y en el Otro. La mayor bendición es la fe, la cual solo podemos lograr a través de él, y la cual es más beneficiosa [para la persona] que su propio ser y su riqueza. A través de él (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) Al-lah lleva a la gente de la oscuridad a la luz, y no hay otro camino hacia Al-lah. En cuanto al propio ser y la familia de una persona, no le servirán de nada ante Al-lah…” (Maymu’ Al Fatawa, 27/246).
Uno de los eruditos dijo: “Si la persona piensa en los beneficios que ha recibido del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) a través de quien Al-lah lo sacó de la oscuridad hacia la luz de la fe, se dará cuenta de que él fue la razón por la cual su alma permanecerá eternamente en la felicidad, y comprenderá que ese beneficio es mayor a cualquier otro. Entonces él (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) merece que el amor del creyente sea más grande que el que tiene por cualquier otra persona. Sin embargo, la gente varía en eso, dependiendo de cuánto recuerdan o ignoran el asunto. Todo aquel que realmente cree en el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) inevitablemente tendrá un gran amor por él, pero diferirá con otro en el alcance y profundidad de ese afecto. Algunos tienen mucho y algunos solo un poco, como aquellos que están absortos en sus propios caprichos y deseos la mayor parte del tiempo. Pero cuando se les menciona al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) la mayoría de ellos anhelan verlo, y lo prefieren por sobre su propia familia, sus hijos, su riqueza y sus padres. Pero ese sentimiento se desvanece rápidamente debido a otras distracciones. Y en Al-lah nos refugiamos” (ver Fath Al Bari, 1/59).
A esto se refiere el versículo donde Al-lah dice (lo que en español se interpreta así): {El Profeta es más amado para los creyentes que ellos mismos…} [Corán 33:6].
Ibn Kazir (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “Al-lah sabía cuán compasivo era Su Mensajero (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) con su Ummah, y cuán sincero era; entonces, lo hizo más cercano a ellos que ellos mismos, y decretó que su juicio entre ellos tomara preeminencia sobre sus propias preferencias” (Tafsir Ibn Kazir, 6/380).
El Sheij Ibn Sa’di (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “Al-lah le dice al creyente algo por lo cual pueda comprender la posición y estatus del Mensajero (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y para que puedan interactuar con él de forma apropiada: ‘El Profeta es más cercano a los creyentes que ellos mismos’, lo más cercano a una persona y lo que más merece su amor es su propio ser; sin embargo, el Mensajero está más cerca de él que él mismo, porque el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) era muy amable, sincero y compasivo con los creyentes. Él fue el más amable y misericordioso de toda la humanidad. El Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) hizo los mayores favores a toda la gente. No les llegaba ni el más mínimo bien ni estaban protegidos del más mínimo mal sino a través de él. Por lo tanto, si hay un conflicto entre lo que una persona quiere, o lo que quieren otros, y lo que quiere el Mensajero, lo que quiere el Mensajero tiene prioridad. Lo que dijo el Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) no puede ser invalidado por lo que diga cualquier otro, no importa quién sea. Debemos sacrificarnos, sacrificar nuestra riqueza y nuestros hijos, y poner nuestro amor por él por sobre el amor de todos los demás”.
Se puede resumir lo que han dicho los eruditos remarcando que la ira de Al-lah y el Fuego del Infierno son las cosas que más tememos, y que no podemos estar a salvo de ellos excepto a través del Mensajero (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él). Lo que más queremos y deseamos es la complacencia de Al-lah y los jardines del Paraíso, pero no podemos alcanzarlos sino a través del Mensajero (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él).
El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) se refirió a la salvación del Infierno cuando dijo: “Mi caso con ustedes es como el de un hombre que encendió un fuego, y los saltamontes y las polillas comenzaran a caer sobre este, y él trataba de empujarlos para que no cayeran allí. Yo los agarro a ustedes de sus cinturas y estoy tratando de frenarlos antes de que caigan en el Fuego, pero ustedes se alejan de mí” (Muslim, 2285, del hadiz de Yabir, que Al-lah esté complacido con él; Al Bujari narró un hadiz similar, 3427, de parte de Abu Hurairah, que Al-lah esté complacido con él).
Lo que este hadiz significa es que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) asemejó la forma en la cual los ignorantes y desobedientes se apresuran a caer en el Fuego del Más Allá a causa de sus pecados y por seguir sus caprichos, sus deseos y su anhelo de caer allí, a pesar de que él se esforzó mucho por prevenirlo, con la manera en la cual las polillas y otros insectos se sienten fatalmente atraídos por el fuego. Ambos sienten la inclinación por autodestruirse debido a que ignoran las consecuencias de sus actos (Sharh Muslim, por An-Nawawi).
El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) se refirió a la entrada al Paraíso cuando dijo: “Toda mi Ummah entrará al Paraíso, excepto aquellos que se rehúsen”. Le preguntaron: “Oh, Mensajero de Al-lah, ¿quién lo haría?”. Dijo: “Aquel que me obedezca entrará al Paraíso, y aquel que me desobedezca será rechazado” (Al Bujari, 7280, del hadiz de Abu Hurairah, que Al-lah esté complacido con él).
Y Al-lah sabe más.