Alabado sea Dios.
No existe un tiempo mínimo para la duraciَn de la pureza entre dos ciclos menstruales, sino que cuando una mujer ve la sangre característica del período, reconocible por su olor y color, debe abstenerse de orar y ayunar, siempre y cuando el nْmero total de días del sangrado menstrual no exceda la mitad del ciclo (es decir, quince días al mes). El flujo amarillento o marrَn que se ve después de que ha terminado el período no afecta para nada y no entra bajo la misma regla que la menstruaciَn.