Alabado sea Dios.
Si se trata de un seminario educativo, como por ejemplo un seminario islámico, y las mujeres asisten correctamente vestidas con su pañuelo, los hombres se sientan delante y las mujeres detrás, y no hay ningún elemento reprobable ante la ley islámica, entonces no hay nada de malo en ello, aún si no hay ninguna división, pared o cortina separando a los hombres y a las mujeres. Hemos explicado esto en la respuesta a la pregunta No. 129693.
El Shéij ‘Abd el-‘Azíz ibn Baaz (que Allah tenga misericordia de él) fue consultado:
“Hay una mezquita en nuestra ciudad en la que hay una sección para las mujeres, que está separada del salón de la mezquita donde rezan los hombres por un muro. Pero ahora un shéij llegó y dice que debemos derrumbar el muro que las divide, y su evidencia para esto es el reporte según el cual el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Los hombres que formen filas, luego los niños y luego las mujeres”. Esto condujo a una acalorada discusión en la mezquita, ¿cuál es su consejo?”.
Él respondió:
“No hay nada de malo con eso. Las mujeres en el tiempo del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solían rezar con los hombres, detrás de ellos, sin una pared de por medio ni nada. Se cubrían con sus pañuelos y rezaban detrás de los hombres, como se afirma en el reporte auténtico en que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Las mejores filas de hombres son los del frente; y las mejores filas de mujeres son las de atrás”. Los eruditos sostienen que sería así porque los hombres de las filas de atrás están cerca de las mujeres y las mujeres de adelante cerca de los hombres, pero la verdad es que si las mujeres rezan en la parte de atrás en la mezquita y se cubren apropiadamente, no hay nada de malo en eso y no hay ninguna necesidad de que una pared o alguna otra cosa los separe.
Pero si una comunidad pone una pared o una cortina, porque de esta manera las mujeres se sienten más cómodas y más relajadas, entonces tampoco hay nada de malo con eso porque es importante que se sientan confortables a la hora de hacer la oración, y pueden escuchar a través de altoparlantes o sin ellos si pueden oír fácilmente al imam. No hay nada de malo con eso, este asunto es más amplio de lo que la gente piensa, no hay nada de malo con ninguna de las dos cosas.
En un asunto amplio como este la severidad en las opiniones no es apropiada. Sea que haya un muro o cortina o no haya nada en absoluto, es correcto. Ambas cosas son permisibles, alabado sea Dios. Pero en el tiempo del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no había pared ni ninguna otra barrera, y las mujeres se cubrían y rezaban detrás de los hombres”. Fin de la cita de Fatáwa Nur ‘ala ad-Dárb, 12/267-269.
Y Allah sabe más.