Alabado sea Dios.
En primer lugar la idea de que los demonios están ausentes en Ramadán no es correcta. Lo que se ha probado del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es que los demonios son encadenados durante Ramadán.
Al-Bujari (1899) y Muslim (1079) narraron de Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cuando Ramadán llega, las puertas del Paraíso se abren, las del Infierno se cierran, y los demonios son encadenados”.
Consulta la pregunta No. 39736.
Al-Qurtubí dijo:
“La gente pregunta, “¿Por qué vemos tantos pecados y malas acciones que suceden durante Ramadán si los demonios están encadenados?”. La respuesta es que las malas acciones se reducen en aquellos que ayunan correctamente y cuidan la conducta apropiada durante el ayuno. O bien, que sólo algunos de los demonios son encadenados, por ejemplo los más fuertes, y no todos ellos, como se afirma en algunos reportes. O también puede entenderse como que los demonios pierden fuerza durante este mes, porque es algo notable que las malas acciones son menos frecuentes y menos graves durante este mes que en el resto del año. Pero aun si todos los demonios fueran encadenados eso no significaría que el mal y el pecado no ocurrirían, porque hay otras causas para hacer el mal aparte de la tentación de los demonios, como los malos hábitos y las inclinaciones personales”. Fáth al-Bari.
El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín dijo en Fatáwa as-Siyám (p. 466):
“Pregunta: “¿Cómo podemos reconciliar entre la idea de que los demonios son encadenados durante Ramadán y el hecho de que la gente todavía comete pecados?”
Él respondió:
“El hecho de que la gente cometa pecados en Ramadán no contradice el reporte que afirma que los demonios son encadenados durante este mes. Por eso dice en otro reporte: “Y los demonios más fuertes son encadenados y no pueden hacer lo que usualmente hacen (en otros momentos)”. Narrado por Áhmad (7857); este reporte fue mencionado por Al-Albani en Da’íf at-Targhíb (586); él dijo: “Es muy débil (da’íf yíddan)”.
Esto no significa que los demonios no tengan actividad alguna, sino más bien que la actividad de los demonios se reduce durante Ramadán.