Alabado sea Dios.
Indudablemente, el buen trato a la esposa implica que el marido la cuide, tanto en sus asuntos espirituales como mundanos, especialmente durante el embarazo. Y uno de los primeros deberes del marido hacia su esposa es enseñarle correctamente los principios de su religión, los que Dios nos ha encomendado.
Sin duda lo que tu marido te ha estado diciendo cuando afirma que lo que hace está de acuerdo a las enseñanzas del Islam, no es cierto. Esto que ha estado haciendo es hablar acerca de Dios y Su religión sin conocimiento, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), aun cuando tenía muchos amigos y compañeros y se preocupaba por sus asuntos y necesidades, jamás descuidó el cuidado y servicio a su familia.
Se narró que Áswad dijo: “Le pregunté a ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) lo que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía hacer en su casa. Ella dijo: “Solía estar al servicio de su familia, y cuando llegaba el momento de la oración, salía y atendía la oración”. Narrado por al-Bujari, 644.
Dios dijo (traducción del significado):
“Tratad bien a vuestras mujeres en la convivencia. Y si algo de ellas os disgusta, es posible que Allah haya decretado a pesar de esto un bien para vosotros” (An-Nisá', 4:19).
Esto indica que el trato honorable es la base de la vida matrimonial tal como la ha encomendado Dios.
Es bien sabido que romper el ayuno con la esposa, aun si fueran sólo algunos días y no todos, es una bella forma de tratarla con gentileza, especialmente cuando están recién casados y necesitan fortalecer sus lazos afectivos. La ley islámica nos anima a hacer todo aquello que pueda fortalecer la relación matrimonial, especialmente si la esposa está embarazada y se siente sola. Esta es también una oportunidad para enseñarle algunas de las tradiciones de la religión relativas al ayuno y su ruptura.
Basándonos en esto, le sugerimos a ese marido que ponga el acento en cuidar de su hogar y su familia, sin incumplir en nada los derechos de su esposa. Él debería comprender que será recompensado por cuidar de los asuntos de su familia más de lo que será recompensado por cuidar de los asuntos de sus amigos y de otras personas. Por eso el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “La caridad dada a un pobre es caridad, pero la caridad dada a un pariente es dos cosas: caridad, y fortalecimiento de los lazos de parentesco”. Narrado por An-Nasá'i, No. 2528; clasificado como auténtico por al-Albani.
Y el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Comienza cuidando a quienes tienes a tu cargo”. Narrado por al-Bujari, 1360; Muslim, 1034.
Esto no significa que él esté islámicamente obligado a romper el ayuno contigo cada día, pero indudablemente hacerlo al menos la mayoría de los días es una forma de tratarte con amor y con justicia, fortaleciendo la compañía en familia y evitando la soledad, especialmente cuando un familiar está pasando por una situación de sensibilidad emocional y necesidades, como es el caso de una mujer embarazada. No es para nada justo ni considerado lo que algunos hombres hacen, de pasar las noches reuniéndose con amigos mientras sus esposas están solas y necesitan de ellos.
Le pedimos a Dios que corrija a los musulmanes.
Y Allah sabe más.