Alabado sea Dios.
No hay nada de malo en que una persona use algo para humectar los labios y la nariz, o que los humedezca con agua o un paño y algo similar. Sin embargo, debe tener cuidado y evitar que estos humectantes lleguen al estómago, pero si algo de esto llega al estómago sin que la persona tenga la intención de que así sea, no hay pecado en ella, lo mismo pasaría si la persona fuera a lavarse la boca y algo de agua llegara a su estómago sin que esa fuera su intención, esto no rompería su ayuno. Fin de la cita.