Alabado sea Dios.
Entre los actos más apreciados por Satanás, está el causar la separación entre los esposos. Los servidores de Satanás continuarán compitiendo entre ellos para lograr esto, y honrar así a Satanás y acercarse más a él, ganándose un alto estatus ante él.
Se narró que Yábir (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Satanás colocó su trono sobre el agua, y luego envió a sus tropas. Y el más cercano en estatus a él es quien causa la mayor cantidad de discordia entre la gente. Uno de sus súbditos viene y le dice: “Yo he hecho tal cosa”, y él le responde: “Tú no has hecho nada”. Luego viene otro y le dice: “No lo dejé en paz hasta que lo separé de su esposa”. Entonces Satanás lo acerca y le dice: “Cuán valioso eres tú”. Narrado por Muslim, 2813.
Lo que nosotros vemos, oímos y leemos sobre la conducta de las parejas, señala a menudo la victoria de los demonios y sus objetivos. La tasa de divorcio en los países musulmanes es muy alta. Y si uno busca las razones, verá que raramente tienen que ver con la religión. La mayoría tienen que ver son asuntos materiales y mundanos, a veces insignificantes. A veces el marido se apresura, se enoja y divorcia a la esposa, y así la familia se divide, y los niños se extravían.
Quizás quien lea esto piense con mucho cuidado las cosas antes de divorciarse, y se esfuerce en hacer feliz a su familia evitando su disolución, para no acarrear la miseria a todos.
En segundo lugar, en términos generales, hay diferencias de opinión entre los eruditos acerca de muchos casos de divorcio. Lo que sea que el marido conozca acerca de las normas islámicas antes de pronunciar palabras de divorcio, debe atenerse a lo que sabe, y lo que fuera que no conoce, si le pregunta a alguien más en cuyo compromiso religioso y conocimiento él confía, entonces debe seguir lo que este le diga, y no es permisible para él divagar consultando a los eruditos de uno en uno hasta encontrar alguno que le diga lo que quiere escuchar. Si hace esto, ha cumplido con lo que Dios le ha encomendado, que es consultar a la gente de conocimiento, y por lo tanto es obligatorio para él seguir sus normas, especialmente si estas son emitidas por un juez musulmán, porque el dictamen de un juez es decisivo en casos donde hay una diferencia de opinión.
En tercer lugar, muchos eruditos han dicho que el divorcio emitido a una mujer divorciada no cuenta como tal, y este punto de vista fue favorecido por muchos de ellos, entre ellos el Shéij al-Islam Ibn Taimíyah, y el Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín entre los eruditos contemporáneos.
Cuarto, lo que mencionaste que un erudito te dijo que mantener relaciones con tu esposa divorciada se considera una reconciliación, este es un punto de vista bien conocido y común entre los juristas hánafis y hánbalis, y no hay nada de malo en seguir esta opinión, porque hiciste lo que se te encomendó hacer, que es consultar a la gente de conocimiento, consultando acerca de un asunto que está sujeto al juicio de los eruditos y sobre el cual ellos difieren.
Ibn Qudamah (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“El significado evidente de las palabras de Al-Juraqi, es que tomar de vuelta la esposa y reconciliarse con ella es algo que sólo puede hacerse verbalmente. Este es el punto de vista del imam Ash-Sháfi’i, y es uno de los dos puntos de vista narrados del imam Áhmed.
El segundo punto de vista es que la reconciliación queda implícita durante el acto sexual, que requiere consentimiento mutuo, ya sea que el marido o la esposa lo hayan expresado verbalmente o no. Este punto de vista fue favorecido por Ibn Hámid y Al-Qadi. Este es también el punto de vista de Sa’íd Ibn al-Musáiyab, Al-Hásan, Ibn Sirín, ‘Atá', Tawús, Az-Zúhri, Az-Záwri, Al-Awzá’i, Ibn Abi Laila, y otros”. Fin de la cita de Al-Mugni, 8/482.
Nosotros pensamos que decirle a tu esposa de la opinión legal y reconciliarte con ella, y traer a dos testigos que den testimonio de eso, puede haber sido otra forma de confirmar que se estaban reconciliando, además del hecho de que mantuvieron relaciones. Que tú se lo dijeras a ella y a los dos testigos es claramente una declaración de reconciliación.
Cual fuera el caso, tú pediste consejo y se te dijo que la reconciliación era válida, entonces tú se lo informaste a ella y trajiste a dos testigos para confirmarlo.
Basándonos en esto, el hecho de que tu esposa dijera que ella consultó a uno de los eruditos y que él le dio otra opinión legal según la cual tu reconciliación no era válida porque tú habías mantenido relaciones con ella sin la intención de reconciliarse, es errada y no tiene ningún valor, porque tú consultaste a alguien que te dijo que sí era válida, le informaste a ella de eso, y trajiste a dos testigos para que lo confirmen, por lo tanto la reconciliación fue hecha de manera muy correcta, y no hay forma de que alguien objete o esté en desacuerdo con eso.
Quinto, informarles a tu familia y a la familia de tu esposa no es una condición para que la reconciliación sea válida, de hecho ni siquiera es imprescindible que ella misma se lo informe a su familia. Un marido puede reconciliarse con su esposa luego de un divorcio revocable (por primera o segunda vez), aún si ellos se comunican desde la distancia.
Dios dijo (traducción del significado):
“Sus maridos tienen derecho a volver con ellas si desean avenencia” (Al-Báqarah, 2:228).
Al-Qurtubí (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Los eruditos están unánimemente de acuerdo en que si un matrimonio se divorcia y ya habían consumado el matrimonio, y esta es su primera o segunda instancia de divorcio, entonces él tiene más derecho que otros a recuperarla, en tanto y en cuanto el período post divorcio de ella no haya terminado”. Tafsir al-Qurtubí, 3/120.
Pero habría sido mejor informarle a la familia de ella de la reconciliación. El hecho de que no les informaras puede haber agravado esta situación, que es que la hayan empujado a casarse con otro hombre, pensando que tu divorcio y tu ausencia significaban que ella estaba definitivamente divorciada, y libre para volver a casarse.
Dios nos ha encomendado traer testigos ante una reconciliación, en el verso (traducción del significado):
“Cuando estén por finalizar su período de espera, reconciliaos con ellas en buenos términos o bien divorciadlas de buena manera. En ambos casos hacedlo ante dos testigos justos de entre vosotros, y que atestigüen ante Allah con equidad” (At-Taláq 65:2).
De esta forma se ponen fin a las disputas, se informa a la gente y se alerta a los desprevenidos.
Los juristas han indicado que si no hay testigos para la reconciliación, eso puede dar lugar a disputas sobre si la pareja se ha reconciliado o no, y la mujer puede terminar casada con otro hombre, si su familia piensa que la reconciliación no se ha producido.
Dice en Al-Mawsu’ah al-Fiqhíyah, 22/114:
“La mayoría de los juristas sostienen el punto de vista de que es recomendable informar de que la reconciliación se ha producido, porque esto pondrá fin a las disputas que puedan surgir”.
Al-‘Aini dijo:
“Es recomendable que el marido le diga a la esposa (es decir, que quiere reconciliarse), porque de otro modo ella puede seguir su camino y volver a casarse pensando que su marido ya no la quiere, y luego consumar un nuevo matrimonio. Pero si se reconcilian, esta reconciliación es válida, porque es la continuación de una relación preexistente, y no el inicio de una nueva, y ellos están ejerciendo sus derechos, y para hacerlo no es necesario que le informen a otros”. Fin de la cita.
Ahora lo que debes hacer es remitir el asunto a una corte islámica, y presentar el dictamen legal del erudito que tú recibiste, y traer a los dos testigos, para probar que tú y ella se habían reconciliado. Si puedes informarles a todos del asunto sin recurrir a la corte, esto también está bien.
Debemos señalar que si no quieres buscar una reconciliación con ella, no es permisible para ti dejar el asunto como está. Luego de corregir esto, puedes buscar el divorcio correctamente si lo deseas, pero debes comprender que si dejas las cosas como están, el segundo matrimonio de ella sería inválido, y esto es un grave pecado.
Le pedimos a Dios que te ayude a hacer lo que a Él le complace, y que te facilite las cosas.
Y Allah sabe más.