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¿Cuáles son las virtudes de rezar por las noches durante Ramadán?
Alabado sea Dios.
Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía animarnos a rezar por la noche en Ramadán, sin hacerlo obligatorio”. Y dijo: “Quien rece por la noche en Ramadán con fe y con esperanza en la recompensa, todos sus pecados previos serán perdonados”. Cuando el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) falleció, las oraciones del tarawih no eran rezadas en congregación, y así siguió siendo durante el califato de Abu Bakr (que Dios esté complacido con él), hasta que llegó ‘Umar Ibn al-Jattáb (que Dios esté complacido con él) al califato”.
‘Amr Ibn Muhhah al-Yuhani dijo: “Un hombre de Qudá’ah vino a ver al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le dijo: “Oh, Mensajero de Dios, ¿qué piensas si testifico que no hay Dios excepto Dios, y que tú, Muhámmad, eres Su mensajero, y rezo las cinco oraciones diarias, ayuno durante Ramadán, rezo por la noche en Ramadán y pago la caridad obligatoria?”. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) respondió: “Quien muera en ese estado estará entre los veraces y los mártires”.
Sobre la Noche del Decreto y sus tiempos:
- La mejor de las noches de Ramadán es la Noche del Decreto (Láilat al-Qádr) porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien reza por la noche durante la Noche del Decreto con fe y con esperanza en la recompensa, todos sus pecados previos serán perdonados”.
- De acuerdo al punto de vista más correcto, sería la noche del veintisiete de Ramadán. La mayoría de los reportes afirman esto, como el reporte de Zurr Ibn Hubeish, quien dijo: “Oí a Ubaiy Ibn Ka’b decir: “Quien sigua la Tradición Profética, encontrará la Noche del Decreto”. Se ha afirmado que quien le dijo esto a Ubaiy fue ‘Abdallah Ibn Mas’ud. Ubaiy (que Dios esté complacido con él) dijo: “Que Dios tenga misericordia de él, él no quería que la gente supiera exactamente cuál era esta noche con seguridad para que no se limitara a rezar en ella y se esforzara a buscarla entre las últimas noches. Por Aquel junto a Quien no hay otra divinidad, que esta noche está en Ramadán, y por Dios que yo no sé exactamente qué noche es. Se trata de la noche en la cual el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos encomendó rezar por la noche. Es la noche cuya mañana cae en el día veintisiete, y el signo de esto es que el sol sale en esta mañana blanco y sin rayos”.
En otro reporte, esto le fue atribuido al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Fue reportado por Muslim y por otros.
Sobre rezar por la noche en congregación:
Está permitido rezar por la noche en congregación y ciertamente es mejor que rezar individualmente, y el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) explicó sus virtudes. Abu Darr (que Dios esté complacido con él) dijo: “Ayunamos durante Ramadán con el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y él no nos lideró en rezar por la noche en absoluto hasta que solamente quedaban siete días, cuando nos dirigió en la oración hasta que había pasado un tercio de la noche. Cuando quedaban seis días no nos dirigió en la oración nocturna. Cuando quedaban cinco días nos dirigió en la oración hasta que había pasado la mitad de la noche. Le dije: “Oh, Mensajero de Dios, ojalá tú hubieras continuado hasta el final de la noche”. Me respondió: “Si un hombre reza con el imam hasta que este termina, será registrado como si hubiera rezado la noche entera”. Cuando faltaban cuatro noches no nos dirigió en la oración nocturna. Cuando quedaban tres noches trajo a su familia, sus esposas y la gente, y nos dirigió a todos en la oración nocturna hasta que temimos que nos perderíamos el refrigerio de la madrugada. Luego no nos dirigió en la oración nocturna por el resto del mes”. Narrado por varios autores de compilaciones Sunan, y clasificado como auténtico.
Sobre la razón por la cual el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no continuó dirigiendo a la gente en la oración nocturna en congregación:
- El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no hizo esto porque temía que la gente lo interpretara como algo obligatorio y no serían capaces de seguirlo, como se ha afirmado en el reporte de ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella), narrado en las dos obras de reportes más auténticos y en otras obras. Luego de la muerte del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) ya no existía ese temor porque Dios había completado Su religión y nada podía cambiar lo obligatorio a recomendable y viceversa. La razón para no rezar durante algunas noches durante Ramadán ya no se aplicaba y las normas generales previas, que eran que la oración en congregación es algo encomendado en el Islam, permanecieron en efecto. Entonces ‘Umar (que Dios esté complacido con él) revivió esta práctica, como se ha registrado en la obra Sahih al-Bujari y en otras obras.
Las mujeres pueden rezar durante la noche en congregación:
- Las mujeres pueden asistir a las oraciones también, como se afirmó en el reporte de Abu Darr arriba expuesto. También es permisible designar a un imam solamente para ellas, aparte del imam de los hombres.
Se ha probado que cuando ‘Umar (que Dios esté complacido con él) reunió a la gente para rezar por la noche designó a Ubai Ibn Ka’b para dirigir a los hombres y a Suleimán Ibn Abi Házmah para dirigir a las mujeres.
‘Arfaiah az-Zaqafi dijo: “’Ali Ibn Abi Tálib (que Dios esté complacido con él) solía encomendarle a la gente rezar durante la noche en Ramadán y designaba un imam para los hombres y otro para las mujeres. Yo fui el imam para las mujeres. Esto está bien en mi punto de vista en tanto la mezquita sea lo suficientemente grande para que los imames no se perturben el uno al otro”.
El número de módulos de las oraciones nocturnas:
- La cantidad de módulos es once, y es preferible en nuestra opinión no exceder este número siguiendo la práctica del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), porque él nunca rezó más de esto en su vida.
‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) fue consultada acerca de cuánto rezaba él en Ramadán. Ella dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nunca rezó más de once módulos por la noche, ya sea durante Ramadán o en otras épocas. Él rezaba cuatro, y no me preguntes cuán bella y cuán larga era su oración. Luego rezaba otros cuatro iguales. Y luego rezaba tres”. Narrado por al-Bujari, Muslim y otros.
- Un musulmán puede rezar menos que esto, aun si es solamente un módulo de la oración impar, a causa de la evidencia de que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) hizo esto y también habló de ello.
Con respecto a la ocasión en que lo hizo, ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) fue consultada sobre cuántos módulos solía rezar el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) para la oración impar. Ella dijo: “Solía rezar cuatro y luego tres, o seis y luego tres, o diez y luego tres. Nunca solía rezar menos de siete, ni más de trece”. Narrado por Abu Dawud, Áhmad y otros.
Con respecto a la ocasión en que habló de ello, él dijo: “La oración impar es cierta, por lo tanto quien quiera puede rezar cinco módulos, y quien quiera puede rezar tres, y quien quiera puede rezar solamente uno”.
Sobre recitar el Sagrado Corán en los rezos nocturnos:
- Para recitar el Corán durante el rezo nocturno, ya sea en Ramadán o en otras épocas, el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no dispuso un límite ni una referencia de cuánto es demasiado ni cuánto es poco. Su recitación solía variar, a veces era larga, a veces era más breve. En ocasiones en cada módulo él recitaba veinte versos, y en otras ocasiones él recitaba cincuenta versos. Él solía decir: “Quien reza por la noche y lee cien versos, no será registrado como negligente”. De acuerdo a otro reporte: “… y lee doscientos versos, será registrado como un musulmán devoto y sincero creyente”.
Cuando estuvo enfermo, el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) recitó los siete capítulos largos durante sus oraciones nocturnas, es decir, al-Báqarah, Aal ‘Imrán, an-Nisá', al-Má'idah, al-An’am, al-A’raf y at-Táwbah.
Según el relato de Hudaifah Ibn al-Iamán, que rezó detrás del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), en un módulo recitó al-Báqarah, an-Nisá' y Ali-‘Imrán, y los recitó en un tono pausado y mesurado.
Se ha probado con las cadenas de transmisión más auténticas que cuando ‘Umar (que Dios esté complacido con él) designó a Ubaiy Ibn Ka’b para dirigir a la gente en las oraciones del tarawih durante Ramadán, Ubaiy solía recitar versos por cientos, de tal manera que había gente que se apoyaba sobre un bastón porque sus oraciones eran muy largas, y estas oraciones no terminaban hasta que había llegado la oración del alba.
También se relata en un relato auténtico que ‘Umar llamó a los recitadores durante Ramadán y le dijo al más rápido de ellos que recitara treinta versos, a los que rezaban a un ritmo más moderado que recitaran veinticinco versos, y al que recitaba más lento que recitara veinte.
De cualquier manera, si un musulmán está rezando solo durante la noche, puede hacer la oración tan larga como quiera. Y en el caso de las oraciones comunitarias, si los orantes se ponen de acuerdo con el imam, también pueden hacerla tan larga como quieran. Obviamente cuanto más larga sería mejor, pero un musulmán no debe excederse ni pasar la noche entera rezando, excepto en raras ocasiones, porque este fue el ejemplo del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) quien dijo: “La mejor guía es la guía de Muhámmad”.
Si un musulmán está dirigiendo a otros en la oración como imam, debe hacerla tan larga o breve como la gente que reza detrás de él lo necesite, tomando en cuenta especialmente a los más débiles como los ancianos o las mujeres, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Si alguno de ustedes dirige a la gente en la oración, que abrevie las oraciones porque entre ellos hay jóvenes pero también hay ancianos, y también hay personas débiles y otros que tienen que atender obligaciones. Pero si está rezando solo, que la haga tan larga como quiera”.
El tiempo para las oraciones nocturnas:
- El tiempo para las oraciones nocturnas es desde que termina la oración de la noche hasta que llega la oración del alba, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Dios ha agregado una oración más para ustedes, que es la oración impar, por lo tanto récenla entre la oración de la noche y la oración del alba”.
- Rezar al final de la noche es mejor, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien tenga temor de no levantarse al final de la noche que rece la oración impar al comienzo de la noche, pero quien sienta que será capaz de levantarse al final de la noche que la rece al final de la noche, porque las oraciones al final de la noche son más frecuentemente presenciadas por los ángeles”.
- Si se da el caso de escoger entre rezar en congregación al comienzo de la noche o rezar solo al final de la noche, es preferible unirse a la oración comunitaria, porque esto cuenta como si el musulmán hubiera rezado la noche entera. Esto es lo que los compañeros del Profeta Muhámmad (que Dios esté complacido con todos ellos) hicieron durante los tiempos de ‘Umar Ibn al-Jattáb. ‘Abd er-Rahmán Ibn ‘Abd al-Qari dijo: “Fui con ‘Umar Ibn al-Jattáb a la mezquita una noche durante Ramadán y vi a la gente dispersa por toda la mezquita, algunos rezando individualmente, algunos rezando en pequeños grupos. Él dijo: “Por Dios, pienso que si los reuniera a todos detrás de un solo recitador sería mejor”. Entonces tomó la decisión de hacer eso y los reunió para rezar detrás de Ubaiy Ibn Ka’b. Luego fui con él otra noche y la gente estaba rezando detrás de este recitador, y ‘Umar dijo: “Qué buena novedad es esta. Lo que duermen y lo que se pierden durante la última parte de la noche es mejor que lo que están haciendo”, y la gente solía rezar por la noche al comienzo de la noche”.
Zaid Ibn Wahb dijo: “’Abdallah solía dirigirnos en la oración durante Ramadán, y solía terminar por la noche”.
- El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) prohibió rezar la oración impar con tres módulos, y explicó esto diciendo: “No hagan que se parezca a la oración del ocaso”.
Por lo tanto el musulmán que quiera rezar tres módulos para la oración impar debería hacerlo en una forma diferente. Hay dos formas en las cuales puede hacer esto: ya sea cerrando con el salam después de los primeros dos módulos, la cual es en nuestra opinión la manera más conveniente, o no sentándose para recitar el tasháhhud luego de los primeros dos módulos, es decir rezar los tres módulos seguidos uno detrás del otro. Y Dios sabe mejor.
La recitación durante tres módulos de la oración impar:
- Es parte de la Tradición Profética recitar los versos “Sábbih bismi Rábbika al-‘Alaa” en el primer módulo, “Qul Iá áiyuha al-Kafirún” en el segundo módulo, y “Qul Húwa Alláhu áhad” en el tercer módulo. A veces “Qul a’udu bi Rábbi il-Fálaq” y “Qul a’udu bi Rabbi in-Naas” se pueden agregar también. Se ha narrado en un reporte auténtico que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) una vez recitó cien versos del capítulo an-Nisá' durante un módulo de la oración impar.
La súplica de al-qunut:
- Un musulmán puede también recitar una humilde súplica ante Dios, que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) enseñó a su nieto al-Hasan Ibn ‘Ali (que Dios esté complacido con él), que dice: “Allahumma ahdini fi man hadaita wa ‘aafini fi man ‘aafaita wa tawallani fi man tawallaita wa bárik li fi ma a’taita wa qini shárra ma qadait, fa ínnaka taqdi wa la iuqda ‘alaik. Wa ínnahu la iadhillu man wa alaita wa la ia’izzu man ‘adait. Tabárakta Rábbanaa wa ta’alait. La mayá minka ílla ilaik ” (Dios nuestro, guíame junto con aquellos a quienes has guiado, perdóname junto con aquellos a quienes has perdonado, sé mi aliado como de aquellos de quienes eres aliado, y bendíceme como aquellos a quienes has conferido tu bendición. Protégeme del mal que Tú has decretado, porque ciertamente Tú decretas sobre todo y nadie puede decretar sobre Ti. Ciertamente, aquel a quien Tú muestras lealtad nunca será rebajado, y aquel a quien Tú tomas como enemigo nunca será poderoso ni honrado. Dios nuestro, Bendito y Exaltado Eres, no hay refugio excepto contigo).
En ocasiones uno puede enviar bendiciones al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y no hay nada de malo con agregar otras súplicas que son conocidas en la Tradición Profética.
- No hay nada de malo con recitar la súplica de al-qunut después de la inclinación o reverencia (ruku’), o agregándole bendiciones al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), o rezando por los musulmanes en la segunda mitad de Ramadán, porque se ha probado que el imam solía hacer esto en los tiempos de ‘Umar Ibn al-Jattáb (que Dios esté complacido con él). Al final del reporte de ‘Abd er-Rahmán ibn ‘Ubaid al-Qari arriba mencionado, dice: “… algunos solían maldecir a los enemigos, diciendo: “Dios nuestro, destruye a los idólatras que intentan evitar que la gente siga Tu camino, aquellos que niegan a Tus mensajeros y no creen en Tu promesa. Causa la desunión entre ellos, llena sus corazones con el terror, envía Tu ira y Tu castigo sobre ellos, Oh, Dios de la verdad”. Luego enviaba bendiciones al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), rezaba por el bien de los musulmanes tanto como podía y buscaba el perdón para los creyentes”.
Luego decía: “Allahúmma iyáka ná’bud wa laka nusálli wa nayud, wa ilaika nas’aa wa nahfud, wa naryu ráhmataka rábbanaa wa najáfu ‘adábak al-yádd. Inna ‘adábaka li man ‘aadaita mulhaq” (Dios nuestro, a Ti te adoramos, a Ti te rezamos y ante Ti nos postramos, por Tu causa nos esforzamos y nos esmeramos. En Ti colocamos nuestras esperanzas de misericordia, Oh, Dios nuestro, y tememos Tu poderoso castigo, porque Tu castigo ciertamente sobrecogerá a quien te tome como enemigo)”. Luego decía “Allahu akbar” (Dios es el más grande) y hacía la postración”.
Lo que debe decirse al final de la oración impar:
- Es parte de la Tradición Profética decir al final de la oración impar antes de cerrar con el salam: “Allahúmma inni a’udhu bi ridaka min sajatika wa bi mu’aafátika min ‘aqubatika, wa a’udhu bika minka. La uhsi zaná’an ‘alaika, anta kama aznaita ‘ala náfsik” (Dios nuestro, busco refugio en Tu complacencia y ciertamente refugio de Tu ira, y busco refugio en Tu protección de Tu castigo. Busco refugio Contigo de Ti mismo. No puedo alabarte lo suficiente y Tú eres como Tú te has descripto y alabado a Ti mismo).
- Cuando el musulmán dice el salam al final de la oración impar, también puede decir: “Subhán il-Malik il-Quddús, subhán il-Malik il-Quddús, subhán il-Malik il-Quddús” (Gloria al Soberano, El Santísimo, alargando las sílabas y alzando la voz tres veces).
Dos módulos después de la oración impar:
- Un musulmán puede rezar dos módulos después de la oración impar si desea, porque se ha probado que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) hizo esto. Él dijo: “Este viaje es difícil y cansador, así que quien de ustedes rece la oración impar, que rece dos módulos. Si se despierta, está bien, o de otra forma se le registrarán dos módulos”.
- También es parte de la Tradición Profética recitar los capítulos ‘Ida Zúlzilat al-Ard’ y ‘Qul iá Aiyuhá al-Kafirún’, durante estos dos módulos”.