Martes 14 Shawal 1445 - 23 Abril 2024
Español

Tres preguntas en la tumba

Pregunta

¿Pueden decirme cuáles son las tres preguntas de la tumba, que debemos hacer para salvarnos?

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

En primer lugar: 

Cuando un hijo de Adán muere, su alma parte y se lo coloca en la tumba, se encuentra en la primera etapa del Más Allá.

Se ha narrado que Haani’ el esclavo liberto de ‘Uzmaan ibn ‘Affaan dijo: Cuando ‘Uzman ibn ‘Affaan permanecía frente de una tumba lloraba hasta humedecer su barba. Le dijeron: “Tú recuerdas el Paraíso y el Infierno y no lloras, ¿pero lloras por esto?”. Respondió: “El Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones desciendan sobre él) dijo: “La tumba es la primer etapa del Más Allá; el que esté a salvo en esa instancia, no importa lo que exista después, será más fácil para él, pero si no está a salvo, lo que venga después será peor para él”. El mensajero de Allah (la paz y las bendiciones desciendan sobre él) dijo: “Nunca he visto ninguna escena como la de la tumba, no hay nada mas atemorizante que eso”. Narrado por al-Tirmidhi, 2308; Ibn Maayah, 4567; clasificado como hasan por al-Albaani en Sahih al-Yaami’, 1684). 

En segundo lugar:

Los dos ángeles que se encargan de las preguntas se acercan a él y le preguntan en qué solía creer en este mundo, quién era su Señor, cuál era su religión y quién era su Profeta. Si da responde correctamente, será positivo, pero si no contesta, los ángeles le infligirán golpes severos y dolorosos.

Si era un ser honrado, se acercan a él los ángeles con rostros luminosos, pero si era un hombre de malas acciones, se acercaban a él los ángeles con rostros oscuros. Esta era la fitnah o tribulación que sufrirá.

‘Aa’ishah narró que el Profeta (la paz y las bendiciones desciendan sobre él) solía decir: ‘Allaahumma inni a’udhu bika min al-kasali wa’l-haram wa’l-maghram wa’l-ma’zam. Allaahumma inni a’udhu bika min ‘adhaab al-naar wa fitnat il-naar, wa fitnat il-qabri, wa ‘adhaab il-qabri, wa sharri fitnat il-ghina wa sharri fitnat il-faqair wa min sharri fitnat il-masih il-Dayyaal. Allaahumma ighsil Jataayaaya bi ma’ al-zalyi wa’l-baradi wa naqqi qalbi min al-jataaya kama iunaqqa al-zawb al-abyad min al-danas, wa baa’id bayni wa bayna jataayaaya kama baa’adta bayna al-mashriqi wa’l-maghrib (¡Oh, Allah! En Ti busco refugio de la holgazanería y la vejez, de las deudas y los pecados; del tormento del Infierno y de las tribulaciones del Infierno, y de las tribulaciones de la tumba y del tormento de la tumba, y del mal de la tribulación de la riqueza, y del mal de la tribulación de la pobreza, y del mal de la tribulación del Dayyaal (Anticristo). ¡Oh, Allah! Lava mis pecados con la nieve y el granizo, y limpia mi corazón del pecado como se limpia a una prenda blanca de su suciedad, y pon una gran distancia entre mis pecados y yo, tan grande como la distancia que Tú has puesto entre el Este y el Oeste.

(Narrado por al-Bujari, 6014). 

Ibn Hayar dijo:

La frase “de la tribulación de la tumba” se refiere a las preguntas de los dos ángeles.

Fath al-Baari, 11/177. 

Y al-Mubaarakfuri dijo:

“La tribulación de la tumba” significa confusión al responderles a los dos ángeles.

Tuhfat al-Ahwadhi, 9/328 

En tercer lugar:

Con respecto a las preguntas que los dos ángeles harán en la tumba, se encuentra una clara explicación en el siguiente hadiz:

Fue narrado que al-Bara’ (que Allah esté complacido con él) dijo: Salimos con el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones desciendan sobre él) para el funeral de un hombre que pertenecía a los Ansaar. Llegamos a la tumba y cuando (el fallecido) fue colocado,  Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones desciendan sobre él) se sentó y nosotros nos sentamos a su alrededor, como si tuviéramos pájaros en la cabeza, es decir, tranquilos y calmos. En su mano tenía un palo con el que raspaba el suelo. Luego levantó la cabeza y dijo: “Busquen el refugio de Allah para los tormentos de la tumba”, lo dijo dos o tres veces. Luego dijo: “Cuando siervo creyente está a punto de partir de este mundo y de entrar en el Más Allá, llegan ángeles con sus rostros claros como el sol, y se sientan a su alrededor, hasta donde el ojo puede ver. Ellos traen consigo velos y perfumes del Paraíso. Luego el Ángel de la Muerte llega y se sienta cerca de su cabeza, y dice: “Oh, alma bondadosa, adelántate al perdón de Allah y Su complacencia”. Luego sale rápidamente, como una gota de agua del pico de una botella. Cuando la atrapa, no la dejan en su mano ni por un instante antes de agarrarla y ponerla en esos velos con esos perfumes, y sale de allí una fragancia como el más delicado almizcle de la faz de la tierra. Luego ascienden, y no pasan por delante de ningún grupo de ángeles sin decir: “¿Quién es esa alma bondadosa?”, y dicen, “Es tal, el hijo de tal y tal, llamándolo por los mejores nombres por los que se lo ha conocido en este mundo, hasta que llegan al paraíso inferior. Pidieron ingresar y les fue autorizado, y (el alma) es bienvenida y acompañada al próximo cielo por los cercanos de Allah, hasta que llegan al séptimo cielo. Luego Allah dice: “Registren el libro de mi siervo en ‘Illiyun en el séptimo cielo, y regrésenlo a la tierra, porque para ella los creé y a ella se los devuelvo, y de ella los volveré a tomar”. Por lo tanto, su alma regresa al cuerpo, y vienen a él dos ángeles que lo hacen sentar y le dicen: “¿Quién es tú Señor?” El dice: “Allah”. “¿Cuál es tu religión?” dice: “Mi religión es el Islam”. Ellos dicen: “¿Quién es el hombre que ha sido enviado entre ustedes?” El dice: “Es el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones desciendan sobre él). Ellos dicen “¿Qué has hecho?” El dice: “He leído el Libro de Allah y he creído en él”. Luego una voz llama desde el cielo. “Mi siervo ha dicho la verdad, preparen para él una cama y vestimentas del Paraíso, y abran una puerta del Paraíso para él”. Luego, llegan a él algunas de sus fragancias, y su tumba se agranda tanto como él lo puede ver. Luego, se acerca a él un hombre de rostro y ropas atractivas, y con una fragancia agradable, que le dice: “Recibe las buenas noticias que te traerán alegría en este día”. Él dice: “¿Quién eres? Tú rostro es un rostro que trae buenas noticias”. Él dice: “Soy tus buenas acciones”. Él dice: “¡Oh, Señor!, apresura la Hora, así puedo regresar con mi familia y mis riquezas”. Pero cuando el siervo incrédulo está a punto de dejar este mundo y entrar en el Más Allá, bajan por él ángeles con rostros oscuros, trayendo telas de arpillera, y se sientan a su alrededor donde sus ojos los pueden ver. Luego, el Ángel de la Muerte se sienta cerca de su cabeza, y dice: “Oh, alma maldita, apresúrate a la ira de Allah y Su enojo”. Luego, su alma se dispersa dentro de su cuerpo, y sale rompiendo las venas y los nervios, como un clavo a través de la lana mojada. Cuando lo agarra, no lo dejan en su mano ni por un instante antes de sacárselo y ponerlo en la bolsa de arpillera, y sale de allí un hedor como el peor de los hedores de un cuerpo muerto en la faz de la tierra. Luego ascienden y no pasan por delante de ningún grupo de ángeles sin decir: “¿Quién es esa alma maligna?”, y dicen: “Es tal, el hijo de tal y tal, llamándolo por los peores nombres por los que se lo ha conocido en este mundo, hasta que llegan al paraíso inferior. Ellos piden que se les abra, y no se les abre”. Luego Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones desciendan sobre él) recitó la aleya (interpretación del significado:

“A quienes hayan desmentido Nuestros signos y se hayan ensoberbecido no se les abrirán las puertas del cielo ni entrarán en el Paraíso hasta que un camello pase por el ojo de la aguja. Así castigamos a los pecadores.”

[al-A’raaf 7:40]

Luego agregó: “Allah dice: “Registra el libro de mi siervo en Siyin, y regrésalo a la tierra, porque para ella lo creé, a ella lo regresaré y de allí lo volveré atraer”, por lo tanto su alma se deprime.” Luego el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones desciendan sobre él) recitó el versículo (interpretación del significado):

“Sed monoteístas y creed en Allah, y no seáis idólatras. Quien atribuye copartícipes a Allah es como quien se cae del cielo y lo arrastran las aves o el viento a un lugar lejano.”

[al-Hayy 22:31]

Dice: “Luego su alma es regresada al cuerpo y vienen a él dos ángeles que lo hacen sentar y le dicen: “¿Quién es tú Señor?” El dice: “¡Oh! No lo sé”. Ellos dicen “¿Cuál es tu religión?” El dice: “¡Oh! No lo sé”. Entonces, se escucha una voz que llama del cielo: “Preparen para él una cama y vestimentas del Infierno, y ábranle una puerta al Infierno”. Luego llegan a él algo de su calor y sus vientos calurosos, y su tumba se contrae y comprime hasta que los bordes se unen. Luego se le acerca un hombre, con rostro y ropas desagradables, y mal olor, que le dice: “Recibe las malas noticias, este es el día que te habían prometido”. Él dice: “¿Quién eres? Tú rostro predice el mal”. Él dice: “Soy tus malas acciones”. Entonces el nombre dice: “¡Oh, Señor, no dejes que llegue el momento, no dejes que llegue el momento!

Narrado por Abu Dawud, 4753; Ahmad, 18063 – esta es su versión. Clasificada como sahih por al-Albaani en Sahih al-Yaami’, 1676. 

El punto de vista correcto es que los dos ángeles sólo hacen preguntas al fallecido en su tumba sobre asuntos del Tawhid (monoteísmo) y la ‘aqidah (creencia). Esto está claro.

Y Allah sabe mejor.

Origen: Islam Q&A