Alabado sea Dios.
En primer lugar, para que un matrimonio sea válido, se ha estipulado que el contrato debe ser realizado por el guardián de la mujer.
El guardián de una mujer cristiana o judía es un pariente varón de su misma religión: su padre, su abuelo, o su hermano. Si no hay tal pariente o se rehúsa, entonces el contrato matrimonial lo hace un juez musulmán, si hay uno disponible; si no lo hay, su matrimonio debe realizarlo el director del Centro Islámico en su localidad, porque el principio básico con respecto a la guardia de la mujer en el caso de matrimonio es que pertenece al padre, luego a los parientes varones en orden de cercanía. Si no hay parientes varones o no están cualificados para ser guardianes de la mujer por alguna razón, o si rehúsan sin una buena razón, entonces la guardia pasa al gobernante, o a quien tome su lugar”. Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 18/162.
Si una mujer se casa sin un guardián, o el imam de la mezquita realiza el matrimonio aún cuando ella tiene un guardián de su misma religión, entonces hay una diferencia de opinión entre los juristas acerca de este matrimonio, pero si ya ha tenido lugar, no puede ser invalidado a causa de esta diferencia de opinión.
En muchos países musulmanes el sistema judicial islámico está basado en la escuela del Imam Abu Hanifah (que Allah tenga misericordia de él), quien dijo que el matrimonio de una mujer sin el consentimiento de su guardián es válido.
Basándonos en esto, si no tienes un guardián que sea de la misma religión que tú, o tienes un guardián pero que rechaza darte en matrimonio a este hombre sin ninguna buena razón, y entonces el imam de la mezquita realiza el matrimonio, en un principio este matrimonio sin un guardián no está permitido, pero si ya ha tenido lugar, entonces no puede ser invalidado, y ciertamente estás casada en base a eso.
Entonces, ahora eres la esposa de este hombre musulmán, cual fuera el caso.
En segundo lugar, no hay duda de que el Islam ha encomendado tratar afectuosamente a la esposa, como tú mencionas. De hecho, es algo bien confirmado por abundante evidencia del Sagrado Corán y la Tradición Profética. Por ejemplo, Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“Tratad bien a vuestras mujeres en la convivencia. Y si algo de ellas os disgusta, es posible que Allah haya decretado a pesar de esto un bien para vosotros” (an-Nisá' 4:19).
”Y el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Yo les aconsejo tratar bien a las mujeres”. Narrado por al-Bujari, 3331; Muslim, 1468.
Y él (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) también dijo: “El mejor de ustedes es el mejor con su familia, y yo soy el mejor de ustedes con mi familia”. Narrado por at-Tirmidi, 3895; Ibn Máyah, 1977. Clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih At-Tirmidhi.
Tratarla a la esposa afectuosa y amablemente incluye lo siguiente:
1 – Comunicarse con ella, consultarla, discutir distintos asuntos con ella y escuchar su consejo, aún si no es musulmana.
2 – Darle su derecho a la intimidad, y no apartarse de ella hasta que su deseo se haya satisfecho. El Imam Ibn Qudamah (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Es recomendable involucrarse en el juego amoroso con la esposa antes de la penetración, despertar su deseo, para que ella pueda disfrutar del acto sexual igual que el varón. Se narró de ‘Umar ibn ‘Abd el-‘Azíz, del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), que él dijo: “No consumen el acto sexual hasta que ella esté excitada como ustedes los están, para que no alcancen el orgasmo antes que ella”. Yo le pregunté (dijo el narrador): “¿Me estás diciendo que haga eso?”. Él dijo: “Sí; bésala, tócala y abrázala, y cuando veas que está tan excitada como tú, entonces penétrala, consuma el acto sexual”.
Si el marido llega al orgasmo antes que ella, es reprobable que él se detenga hasta que ella haya también llegado al orgasmo, a causa del reporte narrado por Anas ibn Málik, quien dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cuando un hombre mantiene relaciones sexuales con su esposa, que lo haga sinceramente y de corazón, y cuando ha satisfecho su deseo, no debe ser rudo ni separarse de ella hasta que ella haya satisfecho su propio deseo también”. Al-Mugni, 8/136.
Ambos reportes son débiles, pero son auténticos en términos de significado a causa de la evidencia que lo corrobora.
Al-Manáwi (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “‘Cuando uno de ustedes ha mantenido relaciones con su esposa, que lo haga de corazón y sinceramente’, significa que debe hacerlo de una forma afectuosa, como corresponde. Si él llega primero al orgasmo cuando ella está excitada, él no debe apresurarla; más bien, debe darle su tiempo hasta que ella llegue al orgasmo como él lo ha hecho. Entonces, él no debe dejarla hasta que no esté seguro de que ella ha alcanzado el orgasmo. Esto es parte del trato justo y amable, de mantener su castidad y las buenas maneras”.
De este reporte y del que le sigue podemos entender que si un hombre alcanza el orgasmo rápidamente y no puede aguantar para llegar al mismo tiempo que su esposa, está padeciendo de eyaculación precoz y es recomendable que busque tratamiento médico”. Fin de la cita de Fáid al-Qadír, 1/325.
3 – Otro aspecto del buen trato hacia la esposa es no despreciarla por su religión ni referirse a ella como káfir (incrédula), porque esto es contrario a la orden de Dios, glorificado y exaltado sea, Quien dijo (traducción del significado):
“Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Arguméntales de la mejor manera. Tu Señor sabe bien quién se extravía de Su camino y quién sigue la guía” (an-Nahl 16:125).
”Y hacerlo es ir contra la orden del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y sus instrucciones de tratar amablemente a la mujer, como citamos arriba.
El musulmán que está casado con una mujer de la Gente del Libro (es decir, judíos y cristianos), se casa sabiendo a qué religión pertenece ella. Entonces, ¡¿Cuál es el punto de criticarla por eso, o decirle que nunca podrá amarla a menos que cambie su religión?!
En tercer lugar, no es permisible forzar a la esposa judía o cristiana a convertirse al Islam; más bien, no es permisible forzar a ninguna otra persona a convertirse al Islam tampoco, porque Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“No debe haber compulsión en la religión” (al-Báqarah, 2:256).
Cuarto, el principio básico es que no es permisible para una mujer pedirle el divorcio a su marido a menos de que exista una razón para ello, tal como si el marido rehúsa mantenerla y gastar en ella, o la maltrata repetidamente, o la trata con rudeza, etc. Dios ha prescripto para los musulmanes una forma fundamental de resolver conflictos maritales, que es que la esposa y el marido escojan cada uno a un miembro de su familia, y que juntos examinen entonces la causa de las disputas e intenten remediar el asunto, y decidan si lo mejor para la pareja es que continúen el matrimonio o se divorcien.
Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“Si teméis la ruptura de un matrimonio, poned un mediador de la familia de él y otro de la de ella. Si desean reconciliarse, Allah hará que lleguen a un acuerdo. Allah es Omnisciente, y está bien informado” (an-Nisá' 4:35).
No es cierto que nadie deba vuestros problemas maritales. Si hay alguna disputa entre los esposos y ellos no son capaces de resolverlo, entonces no tienen más opción que buscar la ayuda e intervención de un tercero que les pueda traer una reconciliación, examinando las causas del problema y tratando de resolverlo.
Nosotros entendemos por el sentido de tu pregunta que tú amas a tu esposo, y quieres quedarte con él. Por eso te decimos: no te apresures a buscar el divorcio. Intenta remediar estos problemas. Tu marido debe entender que él debe remitirse a la ley islámica con respecto a su actitud en esta disputa.
Este principio, si lo aplican repetidamente en sus vidas, les garantizará a ambos la felicidad, con el permiso de Dios. Todas las disputas deben remitirse a las leyes de Dios para saber qué es cierto y qué no, en las cuales tu marido cree y que tú respetas: el Libro de Dios y la Tradición de Su Último Mensajero y Enviado (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Hay gente especializada en la ley islámica, entonces tu marido no debe abstenerse de consultar al imam del centro islámico o a alguien más que tenga conocimiento de ella, y discuta el problema con él buscando las normas islámicas acerca del asunto. La ley islámica sólo los guiará a lo que es mejor, y te dará la dignidad que buscas.
En quinto lugar, entendemos por tus planteamientos que eres una persona inteligente y razonable, y que tienes razón en todas las cosas que has mencionado en tu pregunta, por eso te decimos:
Una persona como tú no debería dudar en unirse a esta gran religión, porque esta es la religión que está de acuerdo con la razón y la naturaleza humana innata, encomendando la moralidad y los valores éticos, encomendando a sus seguidores a tratar a los demás con justicia y gentileza, respetando sus sentimientos y siendo considerados, y especialmente con los débiles. Es una religión práctica y realista, en la cual hay cientos de textos revelados que abordan los problemas matrimoniales y sociales; ofrece felicidad para las familias, para la comunidad y para toda la humanidad.
Nuestro sincero consejo es que hagas tu mejor esfuerzo para aprender sobre el Islam de fuentes válidas y confiables, y que no te dejes desanimar o desilusionar del Islam por la conducta de sus seguidores, porque entre ellos hay gente honrada y también malhechores, aquellos que practican el bien y aquellos de mal comportamiento. Este es el caso de los seguidores de todos los profetas.
Nos sentimos felices de saber que nuestro sitio web es una de las fuentes a las que te remites. Le pedimos a Dios que abra tu corazón al Islam y te guíe a la fe, que decrete para ti la guía y la felicidad en este mundo y en el Más Allá.
Y Allah sabe más.