Alabado sea Dios.
En primer lugar:
Lo que sale de una mujer puede ser mani, madhi o una secreción normal, que se llama “humedad”. Cada uno de estos tiene sus propias características y reglas que se le aplican.
En cuanto al mani, sus características son las siguientes:
- Es ralo y amarillo. Esta es la descripción que se narra del Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): “El agua del hombre es espesa y blanca, y el agua de la mujer es rala y amarilla” (narrado por Muslim, 311).
Puede ser blanco en algunas mujeres.
- Huele a polen cuando aún está húmedo, y el olor del polen de dátil es similar al de la masa. Una vez seco, huele a clara de huevo.
- Hay placer y deseo cuando se emite, y el deseo cesa inmediatamente después de su emisión.
No es necesario que aparezcan todas estas características a la vez, basta con una para considerar que es mani. Esto fue declarado por An-Nawawi en Al Maymu’ (2/141).
Él (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “En cuanto al mani de la mujer, es amarillo y ralo, o puede ser blanco. Tiene dos características y puede conocerse por una de ellas: La primera es que su olor es como del mani de un hombre (que huele a masa). La segunda, es que se siente placer cuando se emite y el placer se disipa inmediatamente después de su emisión (y es seguido de languidez)” (Sharh Muslim, 3/222).
En cuanto al madhi: Es blanco (claro) y pegajoso, y se emite al pensar o desear el coito, pero no se siente placer cuando se emite, y no va seguido de languidez. Esto se aplica tanto a hombres como a mujeres. Se podría decir que se aplica más a las mujeres que a los hombres.
En cuanto a la humedad, esta es la secreción que proviene del útero, es clara y es posible que una mujer no la note. La cantidad que emiten las mujeres varía.
Por lo tanto, está claro que el tema del mani no es confuso, porque tiene un olor distintivo y se emite como resultado del deseo y se siente placer cuando se emite. El madhi y la humedad no tienen ese olor.
Pero el madhi se emite después de pensar, mirar y demás, es decir, después de que hay deseo, aunque no va acompañado de deseo y placer en el momento de la emisión; una persona puede no ser consciente de ello cuando se emite.
El mani va acompañado de deseo y placer; el madhi es precedido por el deseo pero no va acompañado de él en el momento de la emisión.
En cuanto a la humedad, es algo normal que no está relacionado con el pensamiento o la mirada, y no es precedido por el deseo.
Lo más probable con respecto a lo que se mencionó anteriormente es que sea madhi, porque se emite después de pensar en algo que provoca deseo. Si no está relacionado con el pensamiento, entonces son secreciones y humedad normales.
En segundo lugar:
El mani es tahir (puro) y se requiere ghusl después de emitirlo.
El madhi es nayis (impuro) e invalida el wudu’, y debe lavarse la ropa y el cuerpo.
La humedad es tahir, pero invalida el wudu’.
En tercer lugar:
Si una persona no está segura de si lo que se ha emitido es mani o madhi, tiene la opción de decidir qué es y luego aplicar la regla correspondiente. Esta es la opinión de Ash-Shafi’i y facilita las cosas al que pregunta y a cualquiera que esté sufriendo de waswas (susurros del Shaitán o pensamientos intrusivos/obsesivos).
Dice en Mughni Al Muhtay (1/215): “Si es posible que lo que se ha emitido pueda ser mani o puede ser algo más, como wadi o madhi, entonces puede elegir y decidir cuál es, de acuerdo con la opinión correcta. Si decide que es mani, entonces debe hacer ghusl; si decide que es algo más, entonces debe hacer wudu’ y lavar lo que haya caído sobre él, porque si decide que es una de estas cosas, entonces [haciendo lo que corresponde en ese caso] habrá tratado definitivamente el asunto de manera adecuada. En cuanto a las otras dos cosas que podría ser, en principio no han ocurrido y no tiene que preocuparse por ellas”.
En cuarto lugar:
Lo que parece ser el caso en su pregunta es que está siendo afectada por waswasah (susurros del Shaitán o pensamientos intrusivos). Nuestro consejo es que los ignore y no le preste atención, y que no mire su prenda ni compruebe si algo ha salido o no. Más bien, se aconseja a quien está afectado por waswasah que rocíe agua en su parte privada y en su ropa interior y, si ve alguna humedad, entonces pensará que son restos del agua que rocío en él. Así, in sha Al-lah, se disipará el waswasah.
El Sheij Ibn Baz (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “Si alguien sufre una emisión ocasional de madhi, entonces puede lidiar con ello asegurándose de lavarlo al limpiarse [después de aliviarse], y rociando agua alrededor de su parte privada al hacer wudu’. Luego, si le vienen pensamientos intrusivos (waswas), debe decirse a sí mismo que esto es parte del agua que roció para que pueda estar seguro de que nada ha salido de él.
Mientras usted tiene la menor incertidumbre, debe ignorar este asunto y no tocar su ropa interior ni comprobar nada. Sin embargo, si esa humedad está presente todo el tiempo, entonces es más parecida a la incontinencia, así que debe hacer wudu’ cuando llegue el momento de la oración y orar según su situación, si el madhi es constante. Pero si solo ocurre a veces cuando sale de casa, entonces es como la orina o los gases: si algo sale, invalida el wudu’; y si no sale nada, entonces alabado sea Al-lah.
Mientras sienta alguna incertidumbre, aunque sea solo un poco, incluso si es solo un uno por ciento, no debe prestar atención a este asunto y debe considerarlo como algo imaginario que no es cierto” (Maymu’ Fatawa Ibn Baz, 29/20).
Y Al-lah sabe mejor.