Normas sobre la Liga de Fútbol de Ramadán

Alabado sea Dios.

Lo que el creyente debe hacer en estas ocasiones especiales es adorar a su Señor abundantemente. Y una de estas ocasiones especiales es Ramadán. 

Cuán grandiosos son los actos de culto que un musulmán realiza en Ramadán, y cuán grande es la recompensa por ellos. 

Ramadán es un mes para el ayuno, para rezar por las noches, para leer el Corán, rememorar a Dios (dhíkr), hacer súplicas, realizar la peregrinación menor, darles de comer a los ayunantes, dar en caridad, y ser generoso con los necesitados. Este es el mes para hacer un retiro espiritual en las mezquitas y apartarse de este mundo y volverse hacia Dios, y esforzarse en la adoración. 

Las virtudes de Ramadán son muchas para nombrar, y también bien conocidas, como para que haga falta mencionarlas aquí. 

Cada noche en Ramadán Dios escoge a aquellos que rescatará del Fuego (los ayunantes). En Ramadán las puertas del Paraíso se abren y las puertas del Infierno se cierran, y los demonios son encadenados dentro. Hay muchos medios para lograr el perdón en este mes, tales como el ayuno, el rezo nocturno, etc. Quien verdaderamente está privado de toda gracia es quien está privado de las bondades de este mes, y quien verdaderamente está en la perdición es quien no ha sido perdonado al finalizar este mes. 

Si una persona no es perdonada en Ramadán, ¿cuándo será perdonada? 

Si no se vuelve a Dios en Ramadán, ¿cuándo lo hará? 

Por eso el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Que su nariz sea refregada en el polvo, a un hombre a quien Ramadán le llega y se va sin que haya sido perdonado”. Narrado por at-Tirmidhi, 3545; clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih at-Tirmidhi. 

Si la persona no gasta la mayor parte de su tiempo en el culto a Dios durante este mes, ¿cuándo lo hará? 

En Ramadán el musulmán se mueve de un acto de culto al otro, de una oración a la lectura del Corán, a recitar oraciones para rememorar a Dios, de ofrecer la ruptura del ayuno a los ayunantes a rezar por la noche y al taháyyud, al arrepentimiento, a la oración para pedir perdón antes de la aurora, etc. 

En la pregunta No. 26869 hemos presentado una agenda sugerida para el musulmán en Ramadán. 

¿Cuándo un creyente encuentra tiempo para desperdiciar en este mes bendito? Por Allah, si el tiempo pudiera ser comprado el hombre sabio gastaría todo lo que tiene por comprar este tiempo. El tiempo es la vida de una persona, y ciertamente llegará un día a su fin. Algunas personas gastan sus vidas en obedecer a Dios y otras en obedecer a Satanás, y en sus propios caprichos y deseos. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) ciertamente dijo la verdad cuando dijo: “Cada persona se esfuerza por sí misma y vende su alma, entonces, se rescatará a sí mismo o se perderá a sí mismo”. Narrado por Muslim, 223. 

Lo que esto significa es que cada persona se esfuerza: algunos se esfuerzan por la causa de Dios, por adorarlo y obedecerle, y de esa forma se salvan a sí mismos del castigo. Y otros se esfuerzan por seguir a Satanás, siguiendo sus propios deseos y caprichos, y así se condenan. Este fue el punto de vista del Imam an-Nawawi. 

Lo menos que puede decirse acerca de estos juegos en este mes, es que son una pérdida de tiempo. No hay nada más preciado para un musulmán que este tiempo en su vida. 

Más aún, ¿por qué debe designarse el Ramadán para estos juegos? ¿Por qué no en Sha’bán, o Ráyab o Shawwál? 

¿Por qué se designa el Ramadán para programas de televisión, de tal manera que para mucha gente Ramadán se ha convertido en un mes de fútbol, de espectáculos televisivos para quedarse viendo hasta tarde? 

Estas son personas negligentes, que se olvidan de la razón por la que Dios nos ha encomendado el ayuno en el mes de Ramadán, que es para que la gente pueda alcanzar el temor de Dios y la piedad (taqwa), como Él dijo (traducción del significado): 

“¡Oh, creyentes! Se os prescribió el ayuno al igual que a quienes os precedieron para que alcancéis la piedad” (al-Báqarah 2:183). 

Lo que estas personas deben saber acerca del temor de Dios, es, obedecer a Dios y abstenerse de lo que Él ha prohibido. 

El creyente debe ser sabio y firme consigo mismo, no debe seguir sus caprichos y deseos, para que no lo lamente en el tiempo en que las lamentaciones ya no sirvan. 

Que su nariz sea restregada en el polvo, al hombre que desperdicie su tiempo del mes de Ramadán en actividades de ocio inútiles y gaste las noches en cualquier otra cosa que no sea adorar a Dios, hasta que Ramadán termine y sólo haya crecido en pecados y en alejamiento de Dios. 

Le pedimos a Dios que corrija los asuntos de los musulmanes y los traiga de vuelta a la religión. Quiera Él hacernos vivir hasta que el Ramadán llegue y nos ayude a obedecerle y a adorarle como se merece, y acepte nuestro culto, porque Él es El Próximo, El Respondedor.