Alabado sea Dios.
Alabado sea Allah.Es algo maravilloso que una persona tan joven (11 años), que vive en un país no musulmán, complete esta tarea, y algo poco convencional. El hecho de que ella no haya dado su nombre es signo de humildad y sinceridad, in sha Allah. Pienso que esto debe ser anunciado sólo con el propósito de incentivar a otros a hacer lo mismo. El asunto debería limitarse a una pequeña reunión donde algunos parientes o amigos inviten a unos pocos amiguitos de la niña, decirles de su logro al completar la lectura del Corán para animarlos (no para exhibirse ni ser presuntuosos) y que algunas de las madres digan unas pocas palabras acerca de la grandeza del Corán, la importancia de leerlo y cómo los musulmanes deben considerarlo. O esta niña podría invitar a sus amigos a una merienda para señalar la ocasión y dar gracias por esta bendición. No hay nada de malo en tales actividades, en tanto y en cuanto se tenga el cuidado de que no se convierta en una celebración.
Es evidente que celebrar que una persona completó la recitación o memorización del Corán, invitando gente y ofreciéndoles un almuerzo o refrigerio, es una acción en la cual existe el riesgo de caer en dos tentaciones:
1- Que esto pueda ser ocasión para mostrarse y jactarse de ello.
2- Que puede constituir una bid’ah (innovación), si la gente cree que tales celebraciones constituyen una parte de la religión y deben hacerlo cada vez que alguien completa la recitación o memorización del Corán. El primer peligro puede ser evitado esforzándose uno mismo a ser sincero con Allah, y el segundo restringiendo los invitados a un selecto número de familiares y amigos.
No debemos organizar tales reuniones regularmente, para que no piense la gente que esto es parte de la Tradición Profética. Y pido a Allah que incremente Sus bendiciones sobre ti y te de fuerza para memorizar el Corán con sinceridad en tus discursos y tus actos.