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Agenda sugerida para el musulmán durante Ramadán

22-07-2012

Pregunta 26869

En primer lugar, permítame felicitarlo por el comienzo del bendito mes de Ramadán; espero que Dios acepte nuestro ayuno y oraciones y las vuestras.
Yo quisiera aprovechar al máximo esta oportunidad, para hacer muchos actos de culto y ganar tanta recompensa como sea posible. Espero que pueda usted darme un programa o agenda que sea apropiado para mí y para mi familia, para que podamos pasar la mayor parte de este mes en la bondad y la obediencia.

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

Que Dios acepte todas nuestras rectas palabras y actos, y nos ayude a ser sinceros tanto en secreto como en público. 

Aquí sigue un programa sugerido para el musulmán durante este mes bendito: 

El día del musulmán en Ramadán: 

El musulmán comienza su día con el refrigerio de la madrugada o suhur, antes de la oración del alba. Es mejor demorar el suhur hasta la última parte de la noche. 

Luego de eso el musulmán se alista para rezar la oración del alba antes del llamado a la oración. 

Cuando entra a la mezquita, reza dos rak’as (tahiyát al-másyid, de salutación a la mezquita). Luego se sienta y se mantiene ocupado haciendo una súplica, leyendo el Corán y recitando oraciones para rememorar a Dios, hasta que el mu’ádzin hace el llamado a la oración. Repite lo que el mu’ádzin dice, y recita la súplica que fue narrada del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) para cuando finaliza el llamado a la oración. Luego de eso reza dos rak’as (lo recomendable según la Tradición Profética antes de la oración del alba), y luego se mantiene ocupado haciendo súplicas y leyendo el Corán hasta que suena el último llamado a la oración (iqámah). Está en un estado de oración aún mientras está esperando la oración. 

Luego de ofrecer la oración en congregación, recita oraciones que están prescriptas para después del salam, al final de la oración. Luego de esto si quiere se sienta en la mezquita hasta que salga el sol, recitando oraciones y leyendo el Corán, lo cual es preferible, y esto es lo que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía hacer después de la oración del alba. 

Luego, una hora y media después de que el sol ha salido, si quiere puede rezar la oración de la media mañana (salat ad-duhá', dos rak’as como mínimo), y esto es bueno. O si quiere puede demorarla hasta el momento preferible, que es cuando el día se ha hecho más caliente y el sol está alto en el cielo, y eso es mejor. 

Luego si quiere puede dormir un rato para prepararse para ir al trabajo, con la intención de fortalecerse para los actos de culto y para ganarse la vida, para que sea recompensado, in sha Allah. Debe también seguir la etiqueta sobre dormir que está prescripta en la ley islámica, tanto en actos como en palabras. 

Luego se va a trabajar, y cuando el tiempo para la oración del mediodía comienza, va a la mezquita temprano, antes del llamado a la oración o inmediatamente después de él, y debe alistarse para rezar de antemano. Entonces reza cuatro rak’as con dos taslim (lo recomendable según la Tradición Profética antes de la oración del mediodía), y luego lee el Corán hasta que anuncian el último llamado a la oración (iqámah), y reza con la congregación, y luego reza dos rak’as (lo recomendable según la Tradición Profética para después de la oración del mediodía). 

Luego de la oración vuelve al trabajo hasta que termina la jornada laboral. Si falta mucho para el tiempo de la oración de la tarde después de terminar el trabajo, entonces puede descansar. Pero si no hay tiempo suficiente y teme que si duerme pueda perder la oración de la tarde, entonces debe mantenerse ocupado haciendo algo apropiado hasta que llegue el momento de la oración de la tarde, tal como yendo al mercado para comprar algunas cosas necesarias para su familia, o algo similar, o ir directamente a la mezquita cuando haya terminado su trabajo, y quedarse hasta que llegue la oración de la tarde. 

Luego, después de la oración de la tarde, depende de sus circunstancias. Si puede quedarse en la mezquita y mantenerse ocupado leyendo el Corán, esto es una gran oportunidad. Pero si se siente cansado, entonces debe descansar en este momento para que esté listo para rezar la oración del Tarawih por la noche. 

Antes del llamado para la oración del ocaso, debe levantarse y romper su ayuno, y debe hacer algo en este tiempo que lo beneficie, como leer el Corán, hacer una súplica, o tener una conversación útil con su esposa e hijos. 

Una de las mejores cosas que puede hacer en este momento es tomar parte en servir la comida a los ayunantes para la ruptura del ayuno (iftar), ya sea trayendo la comida, ayudándoles a distribuirla, u organizándolo. Esto trae una gran alegría que nadie conoce excepto quien la haya experimentado. 

Luego de la ruptura del ayuno, el musulmán va y reza la oración en la mezquita, y después de la oración obligatoria reza dos rak’as (lo recomendable según la Tradición Profética para después de la oración del ocaso). Luego vuelve a su hogar y come lo que sea que tenga disponible con su familia, sin comer demasiado. Luego busca una forma apropiada de aprovechar el tiempo con su familia, ya sea leyendo libros con enseñanzas, o conversando, o cualquier otra cosa que interese a los miembros de la familia o cualquier otra actividad que los distraiga de las cosas prohibidas que se ven a estas horas en los medios de comunicación, pues uno puede ver que transmiten sus programas más atractivos a esta hora, conteniendo cantidad de material obsceno e inmoral. Esfuérzate en apartarte de eso, y teme a Dios en el cuidado de tu rebaño (tu familia), acerca de lo cual Dios te preguntará en el Día de la Resurrección. Por lo tanto, está preparado de antemano para tener con qué responder. 

Luego el musulmán se alista para la oración de la noche (‘ishá), luego reza dos rak’as (lo recomendable según la Tradición Profética para después de la oración de la noche), y luego reza la oración del Tarawih detrás del imam con humildad y concentración, meditando en lo que se recita. No termines antes que el imam termine. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien se pone de pie (y reza) con el imam hasta que él termina, se le registrará como si hubiera gastado la noche rezando”. Narrado por Abu Dawud, 1370, y otros. Clasificado como auténtico por al-Albani en Salat at-Tarawih, p. 15. 

Luego del Tarawih puedes hacerte un programa apropiado para tus circunstancias y compromisos personales. Pero debes prestar atención a lo siguiente:

Mantente alejado de las cosas prohibidas y de lo que conduce a ellas. 

Pon atención a tu familia, y asegúrate de evitar de una sabia manera que caigan en cosas prohibidas o lo que pueda conducir a ellas, y puedes preparar un programa para ellos, o llevarlos a dar un paseo agradable a lugares permisibles, y mantenlos apartados de malas compañías, o busca buenas amistades para ellos. 

Mantente ocupado con cosas que sean prioritarias. 

Luego debes intentar dormir temprano, poniendo atención a la etiqueta para ir a dormir como prescribe la ley islámica, tanto en actos como en palabras. Si lees algo del Corán o algún libro beneficioso antes de ir a dormir, eso es bueno, especialmente si aún no has completado tu porción diaria del Sagrado Corán, por lo tanto, no vayas a dormir sin haberla completado. 

Luego levántate antes del refrigerio de la madrugada, con tiempo suficiente para recitar una súplica, porque en este tiempo (el último tercio de la noche) es el momento en que Dios desciende, y Dios ha elogiado a quienes buscan Su misericordia y perdón en estas horas, y Él ha prometido a aquellos Le invocan en estas horas que les responderá, y que Él aceptará el arrepentimiento de aquellos que se arrepienten ante Él en este tiempo. Por lo tanto, no descuides esta gran oportunidad. 

El viernes: 

El viernes es el mejor día de la semana, por lo tanto debes tener un programa especial de culto en este día, en el que pongas atención a lo siguiente: 

- Llegar temprano a la oración comunitaria. 

Estar en la mezquita después de la oración de la tarde y mantenerse ocupado leyendo el Corán y haciendo súplicas hasta las últimas horas de este día, porque este es el tiempo en que las súplicas son respondidas. 

Haz de esta una oportunidad para completar algunas de tus obras que no hayas terminado durante la semana, como leer tu porción semanal del Corán, o terminar la lectura de un libro, escuchar una lección u otras buenas obras. 

Los últimos diez días del mes de Ramadán: 

Los últimos 10 días del mes de Ramadán incluyen la Noche del Decreto (láilat al-Qádr), que es mejor que mil meses. Por eso está prescripto que la persona observe un retiro espiritual en la mezquita (i’tikáf) durante estos últimos 10 días, como el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía hacer, buscando la Noche del Decreto. Quien pueda observar el retiro espiritual en este tiempo, esto es una gran bendición de Dios. 

Quien no pueda realizar el retiro espiritual por el período completo, debe hacer tanto como le sea posible. Si no es capaz de hacer el retiro espiritual en absoluto, entonces debe intentar pasar las noches adorando a Dios. Rezar por la noche (qiyam al-láil), leer el Corán, y rememorando a Dios tanto como sea posible a través de la recitación de oraciones y súplicas. Debe prepararse para eso descansando durante el día, para que sea capaz de levantarse por la noche. 

Nota: este cronograma es una sugerencia. Es una agenda flexible, que cada creyente puede adaptar a sus circunstancias. 

Este programa pone especial atención al ejemplo y tradiciones que se han probado del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). No significa que todo lo mencionado es un deber obligatorio, más bien, incluye muchas cosas que son recomendables. 

Las acciones más amadas por Dios son aquellas que se realizan con constancia y continuidad a lo largo del tiempo, aunque sean pocas. 

Al comienzo del mes un musulmán puede estar muy entusiasmado con los actos de culto, y luego decaer. Ten cuidado con eso, y esfuérzate en persistir en todas las acciones que hagas en este bendito mes. 

El musulmán debe esforzarse en organizar su tiempo en este bendito mes para que no se pierda la gran oportunidad de hacer más obras piadosas. Por ejemplo, el musulmán debe intentar comprar todo lo que su familia necesite antes de que el mes comience, y comprar sus necesidades diarias en momentos en que los comercios no estén atestados de gente, y visitara sus amigos y familia de tal forma que ello no lo distraiga de los actos de culto. 

Hacer muchos actos de culto que te acerquen a Dios es una prioridad en este bendito mes. 

Toma la decisión al comienzo del mes de llegar a la mezquita temprano a la hora de cada oración, y de completar la lectura y recitación del Libro de Dios, rezar regularmente por las noches en este gran mes, y gastar en caridad lo que puedas de tu riqueza. 

Aprovecha la oportunidad de este mes de Ramadán para fortalecer tu conexión con el Libro de Dios, a través de lo siguiente:

Lee correctamente los versos. La forma de hacerlo es corregir tu lectura con alguien que conozca correctamente su pronunciación y significado. Si no puedes hacer eso, entonces escucha cintas recitadas por recitadores expertos. 

Repasa lo que Dios te haya permitido memorizar del Libro de Dios, y memoriza un poco más. 

Lee comentarios y exégesis sobre el Corán (tafsir), ya sea buscando los versos que no comprendes en libros conocidos de exégesis, tal como el Tafsir al-Bagawi, el Tafsir Ibn Kázir y el Tafsir as-Sa’di, o haciéndote un programa para leer un libro de exégesis completo. Comienza primero con el último treintavo del Corán, luego con el veintinueveavo, y así. 

Esfuérzate en aplicar las normas que encuentres en el Libro de Dios. 

Le pedimos a Dios que nos perfeccione en este mes bendito de Ramadán, que nos ayude a ayunar y rezar por la noche a lo largo de todo el mes, que acepte nuestros actos de culto, y que nos perdone nuestras faltas.

La obligatoriedad del ayuno y sus virtudes
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