Alabado sea Dios.
Esto está permitido y no hay nada de malo al hacerlo. El Mensajero (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) solía verter agua sobre su cabeza debido al calor o la sed mientras ayunaba, e Ibn ‘Amr solía humedecer sus ropas con agua mientras ayunaba, para reducir la intensidad del calor o la sed. La humedad no afecta al ayuno porque el agua no llega al estómago. Fin de cita.
Sheik Muhammad ibn ‘Uzaymin (que Allah tenga piedad de él).