Alabado sea Dios.
En primer lugar, una buena actitud es algo que tendrá un enorme peso en la balanza de las buenas obras en el Día de la Resurrección, y las personas de mejor actitud serán las más cercanas al Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) en el Día de la Resurrección.
At-Tirmidhi (2321) registró y clasificó como bueno y aceptable un reporte de Yábir, quien dijo que el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Entre los más queridos de ustedes para mí y de aquellos que estarán más cerca de mí en el Día de la Resurrección, están los de mejor actitud” (clasificado como auténtico por Al Albani en Sahih At-Tirmidih).
Al Bujari (6035) y Muslim (2321) registraron de ‘Abdal-lah Ibn ‘Amr que el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “El mejor de ustedes es el de mejor actitud”.
El Imam An-Nawawi (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “Esto es un incentivo para tener una buena actitud, y resalta la virtud de tales personas, porque este es el carácter de los profetas de Al-lah, Sus amigos más cercanos”.
Hásan Al Básri dijo: “La definición de una buena actitud es hacer obras virtuosas, abstenerse de causar todo daño, y presentarle a la vida un rostro alegre y bien dispuesto”.
Al Qadí ‘Iyád dijo: “Significa mezclarse con la gente con una actitud benevolente y alegre, ser amigable y compasivo con los demás, ser paciente y tolerante con ellos en tiempos de dificultades, abstenerse de la arrogancia y de todo maltrato, y evitar la crueldad y el enojo”.
En segundo lugar, desafiar a los padres cuando son creyentes y no nos están ordenando nada inmoral o ilícito, es un pecado mayor, y quien cometa ese pecado no prosperará ni en este mundo ni en el otro.
El musulmán debe tratar a sus padres con agradecimiento y benevolencia, y esforzarse en el buen trato y cuidado hacia ellos en toda forma posible, evitando siempre enojarse o hacerlos enojar, ir contra sus intereses o ser desafiantes con ellos.
En tercer lugar, es posible mejorar nuestra actitud y refinarla, tomando en cuenta lo siguiente:
- Conocer las virtudes de tener una buena actitud y la recompensa que resulta de eso en este mundo y en el Más Allá.
- Conocer las malas consecuencias de tener una mala actitud, y los resultados de eso en este mundo y en el Más Allá.
- Estudiar las biografías del Profeta Muhammad, de sus compañeros y de las primeras generaciones de eruditos piadosos (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con todos ellos).
- Evitar el enojo, practicar y ejercitar la paciencia, y entrenarse para ser considerado con los demás y no precipitarse.
- Rodearse de gente de buena actitud y evitar mezclarse con gente de mala actitud.
- Entrenarse para desarrollar una buena actitud y tratar de acostumbrarse a ella, siguiendo el precepto de “actúa como si lo fueras hasta que lo seas en verdad”, y sé paciente cuando te esfuerces en ello, para que tengas el éxito asegurado.
Finalmente, debes suplicar a Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, y pedirle que te dé una buena actitud y te ayude a lograrla. Una de las súplicas del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) era: “Señor nuestro, has hecho buena mi apariencia externa, haz, por favor, buena mi actitud también” (narrado por Ahmad, 24392), clasificado como auténtico por los comentaristas de Al Musnad, y clasificado como auténtico por Al Albani en Sahih Al Yami’, 1307).
Si un musulmán se descuida y se comporta mal en alguna situación, debe apresurarse a disculparse y corregir el problema, y tomar la firme decisión de no volver a cometer el mismo error. Así mejorará cada vez más su actitud.
Cuando el musulmán se esfuerza por mejorar su actitud, haciéndolo en obediencia al mandato de Al-lah, Exaltado sea, buscando Su complacencia y siguiendo el ejemplo del Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), esto es como cualquier otro acto de adoración (es decir, debe ser sincero en su intención, etc.). Por lo tanto, no debe tratar de mejorar su actitud para que la gente lo elogie, porque esto anulará la recompensa y merecerá un castigo por esa ostentación.
Al igual que el musulmán debe esforzarse por hacer que toda su adoración sea sinceramente solo para Al-lah, también debe esforzarse por hacer lo mismo cuando intente mejorar su actitud. Debe tener siempre presente el mandato de Al-lah, el ajuste de cuentas, la balanza y el Paraíso y el Infierno, y debe recordar que la gente nunca lo beneficiará ni lo perjudicará en absoluto. Recordar el Más Allá es uno de los medios más importantes que ayudan al musulmán a ser sincero con Al-lah, Exaltado sea.
En cuarto lugar, las cosas que nos ayudarán a ser benevolentes con los padres incluyen lo siguiente:
- Conocer los derechos de nuestros padres, recordar cómo nos criaron, la paciencia y esfuerzo que hicieron, las dificultades que afrontaron para dar a sus hijos un entorno seguro y dichoso donde pudieran crecer con felicidad.
- Conocer los textos islámicos que animan a ser compasivo con los padres y los que advierten contra ser desafiante con ellos, comprender las consecuencias de eso y el castigo por ese pecado en este mundo y en el Más Allá.
- Saber que mostrar consideración y compasión hacia los padres es uno de los más grandes medios para asegurarnos de que nuestros hijos sean considerados y compasivos con nosotros, y que desobedecer y desafiar a los padres es uno de los factores fundamentales que harán que nuestros hijos sean desobedientes y desafiantes con nosotros.
- Estudiar las biografías del Profeta, de sus compañeros y de las primeras generaciones de eruditos musulmanes para conocer cómo honraban ellos a sus padres.
- Leer libros y ensayos que nos animen y motiven a ser considerados con nuestros padres y nos disuadan de desafiarlos, y escuchar conferencias islámicas que hablen acerca de estos tópicos.
- Las buenas palabras, los regalos, mostrar un rostro alegre y con buena predisposición, ofrecer súplicas por ellos y dedicarles tiempo, son formas de respetar y ser considerados con nuestros padres.
Y Al-lah sabe más.