Alabado sea Dios.
El período menstrual es algo que Dios ha decretado para las hijas de Adán. Es algo natural y no deberías sentir vergüenza por ello. En los asuntos de la religión no hay vergüenza.
Debes apresurarte a reponer estos 4 días de ayuno, y luego ofrecer una expiación, que es alimentar a una persona pobre por cada día, ofreciéndole tres kilogramos de alguno de los alimentos usuales en la zona o país donde te encuentres.