Alabado sea Dios.
Ciertamente, el ayunante debe evitar toda clase de actitudes prohibidas en la ley islámica, como la difamación, la mentira y las murmuraciones, las estafas, los insultos, y toda clase de engaños, porque el propósito del ayuno no es simplemente que el musulmán se abstenga de comer, beber y mantener relaciones sexuales. Más bien, el objetivo del ayuno en el Islam es temer a Dios, porque Dios dijo (traducción del significado):
“¡Oh, creyentes! Se os prescribió el ayuno al igual que a quienes os precedieron para que alcancéis la piedad” (Al-Báqarah 2:183).
Cada pecado que el ayunante cometa reduce la recompensa de su ayuno, y un ayunante puede pecar hasta el punto de que la recompensa de su ayuno se pierda completamente. Acerca de esto, el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Una persona puede ayunar y no obtener nada de su ayuno excepto hambre y sed”. Narrado por Ibn Máyah (1690), clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih Ibn Máyah.
Por lo tanto, la persona que está ayunando debe arrepentirse también de sus pecados y volverse hacia Dios realizando buenas obras, para que Dios acepte entonces su ayuno.
Pero con respecto a si su ayuno es válido o no, no se considera en la ley islámica que el ayuno del musulmán sea inválido porque cometa pecados, aun cuando hemos explicado que los pecados pueden anular completamente la recompensa que Dios le dará por ellos.
Este punto ha sido discutido en la respuesta a la pregunta No. 50063.
Y Allah sabe más.