Alabado sea Dios.
El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “El peregrino debe ingresar en la consagración ritual para hacer la peregrinación menor en el punto de ingreso a la consagración ritual (miqat). Cuando ingrese a la consagración ritual, debe hacer la ablución mayor (gusl). Hacer la ablución mayor es parte de la Tradición Profética, tanto para los hombres como para las mujeres, incluso para aquellas que están en su período menstrual o tienen un sangrado post parto. El musulmán debe hacer la ablución mayor y colocarse perfume en la cabeza y en la barba, y colocarlo también en las vestimentas para la consagración ritual. Debe también ingresar a la consagración ritual después de ofrecer una oración obligatoria, si es el tiempo prescripto para ella, o luego de hacer una oración voluntaria, que debe ser como la oración recomendable para después de hacer la ablución menor, porque no hay una oración voluntaria específica para realizar con motivo al ingreso a la consagración ritual, y no hay ningún reporte a tal efecto que provenga del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
Como es sabido, las mujeres que están menstruando o que experimentan un sangrado post parto no deben rezar.
Con respecto al musulmán, debe a continuación recitar el Canto del Peregrino (talbíyah) para la peregrinación menor, diciendo: “Labbaik Allahumma ‘umratan. Labbaika Allahumma labbaik, labbaika la sharika laka labbaik. Inna al-hamda wa an-ni‘mata laka wa al-mulk, la sharika lak” (Aquí estoy, Dios nuestro, para hacer la peregrinación menor. Aquí estoy, Dios nuestro, aquí estoy. Aquí estoy, Tú no tienes compañero ni asociado, aquí estoy. Ciertamente, todas las alabanzas son para Ti, toda la soberanía es Tuya, Tú no tienes igual). Y debe continuar recitando el Canto del Peregrino hasta que llegue a La Meca. Cuando esté cerca de la ciudad de La Meca debe realizar la ablución mayor antes de ingresar a ella, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) hizo eso. Debe ingresar al Templo con su pie derecho, diciendo: “Bismilláhi wa as-salatu wa as-salam ‘ala rasulilláh. Allahumma ighfir li dunubi waftah li abwáb ráhmatika. A‘udhu Billáhi il-‘adhím wa bi wayhihi al-karim wa bi sultanihi al-qadím min ash-shaitán il-rayím” (En el nombre de Dios, que la paz y las bendiciones sean con el Mensajero de Dios. Dios nuestro, perdona mis pecados y abre las puertas de Tu misericordia. Busco refugio en Dios, El Todopoderoso, y en Su noble rostro y en Su eterno poder, del maldito Satanás).
Cuando comienza a hacer la circunvalación al Templo, el musulmán debe cesar de recitar el Canto del Peregrino. Debe comenzar por la Piedra Negra, besarla si es posible, o de otra forma señalarla y decir “Bismillahi wa Allahu ákbar. Allahumma imánan bika wa tasdiqan bi kitabika wa wafá’an bi ‘ahdika wa ittibá‘an li sunnati an-nabiyika Muhammad sál-la Allahu ‘alaihi wa sál-lam” (En el nombre de Dios, Dios es el más grande. Dios nuestro, con fe en Ti, con fe en Tu Libro, cumpliendo el convenio que hice contigo y siguiendo el ejemplo de Tu Mensajero Muhámmad, que la paz y las bendiciones sean con él).
Luego, debe comenzar por la derecha, es decir teniendo el Templo a su izquierda y circunvalándolo siete veces en esa dirección, siempre comenzando y terminando por la Piedra Negra. No debe tocar ninguna parte del Templo excepto la Piedra Negra y la Esquina Yemení, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no tocó ninguna parte del Templo excepto estas dos esquinas. Durante la circunvalación al Templo es parte de la Tradición Profética para los hombres caminar rápidamente en los primeros tres circuitos, y luego dar pasos breves en los cuatro últimos. Es parte también de la Tradición Profética descubrir el hombro derecho durante la circunvalación al Templo (esto es llamado idtiba’), aflojando las vestiduras y ajustándolas entre el cuello y la axila derecha. Cada vez que pase por la Piedra Negra debe decir ‘Allahu akbar’. Entre la Esquina Yemení y la Piedra Negra debe decir: “Rábbana aatina fi ad-dunia hásanah wa fi al-ájirah hásanah wa qina ‘adáb an-nar” (Dios nuestro, danos lo que sea bueno de este mundo y lo que sea bueno del Más Allá, y protégenos del tormento del Fuego).
En el resto de su circunvalación, puede decir cualquier súplica u oración para rememorar a Dios que sepa y que le guste. No hay ninguna súplica específica para cada uno de los siete circuitos de circunvalar al Templo, por eso uno debe tener cuidado con esos folletos y libros que muchos peregrinos llevan, y en los cuales se menciona que el peregrino debe decir una súplica específica en cada circuito. Esto es un invento, algo que no fue narrado en absoluto del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cada innovación en la religión es un camino a la perdición”. Narrado por Muslim.
Durante la circunvalación al Templo, el peregrino debe prestar atención a un asunto que mucha gente descuida en los momentos en que hay mucha gente, y es que uno ve a la gente pasando a través de una de las puertas de al-híyr y saliendo por la otra puerta, y no rodeando al área del híyr, junto con la circunvalación al Templo. Esto es un error, porque la mayor parte del área del híyr es parte del Templo, por lo tanto quien pasa por una de las puertas del híyr y sale por la otra, en realidad no está circunvalando el Templo entero, y por lo tanto su circunvalación al Templo no es válida.
Luego de circunvalar al Templo, el musulmán debe rezar dos módulos de oración detrás del Lugar de Abrahán, si es posible. De otra forma, él puede ofrecer esta oración en cualquier otro lugar libre que encuentre en la mezquita.
Luego, el musulmán debe salir y dirigirse a la colina de as-Safa, y cuando se acerque debe recitar (traducción del significado):
“El recorrido entre las dos colinas de As-Safa y Al-Marwah es un rito establecido por Dios, así pues, quien haga la peregrinación mayor o menor a la Sagrada Casa, sepa que no incurre en falta por realizar el recorrido ritual entre ambas [a pesar de que los paganos lo realizaban invocando a sus ídolos]. Y quien realice una obra de bien voluntariamente sepa que Allah es Retribuyente, Omnisciente” (al-Báqarah, 2:158).
Pero no debe repetir este verso después de eso.
Luego debe trepar a la colina de as-Safa, dirigir su rostro hacia el Templo, elevar sus manos glorificando a Dios y decir: “La ilaha íll-Allah wáhdahu la sharika lah, lahu al-mulk wa lahu al-hámd wa huwa ‘ala kúl-li shai’in qadír; La iliha ill-Allaah wáhdahu anyaza wa‘dah wa nasara ‘abdah wa hazama al-ahzába wáhdah ” (No hay más divinidad que Dios solamente, sin compañeros ni asociados, Suyo es el dominio y Suya es toda alabanza, Él es capaz de hacer todas las cosas. No hay más divinidad que Dios solamente, Él cumplió Su promesa y concedió la victoria a Su servidor, y sólo Él derrotó a los confederados).
Luego debe ofrecer una súplica, debe repetir la oración mencionada una segunda vez y luego seguirla con otra súplica, y luego repetir la oración mencionada una tercera vez.
A continuación el peregrino debe descender y dirigirse hacia la colina de al-Marwah, caminando, hasta que llegue a la marca verde (es decir, el pilar verde), y correr desde el pilar verde hasta el segundo pilar verde, corriendo rápido si es capaz de hacerlo, siempre y cuando esto no le resulte demasiado difícil y no perturbe a los demás peregrinos. Luego de la segunda marca debe caminar normalmente hasta que llegue a la colina de al-Marwah. Cuando llegue a al-Marwah, debe treparla, y voltear su rostro en dirección al Templo, elevar sus manos y decir lo mismo que dijo en la colina de as-Safa.
Esta es una vuelta.
Luego debe volver a la colina de as-Safa desde al-Marwah, y hacer una segunda vuelta. Debe decir y hacer durante ella lo mismo que dijo e hizo durante la primera. Cuando ha completado siete vueltas (desde la colina de as-Safa hasta al-Marwah es una vuelta, y desde al-Marwah hasta as-Safa es otra vuelta), entonces debe afeitarse la cabeza, de tal forma que se note. La mujer debe cortar de su cabello el largo de la punta de un dedo, en todo su cabello de forma pareja.
Luego de esto, el peregrino ha salido completamente de la consagración ritual y puede hacer todas las cosas que Dios ha permitido, como mantener intimidad con su esposa, usar perfume, usar ropas ordinarias, etc.
Resumen de los actos de culto de la peregrinación menor:
1 – Bañarse o realizar la ablución mayor (gusl), y ponerse perfume.
2 – Colocarse las vestimentas de la consagración ritual, que en el caso del hombre son una tela superior y una tela inferior. Las mujeres pueden usar cualquier ropa que sea permisible.
3 – Recitar el Canto del Peregrino y repetirlo hasta que se llegue al momento de circunvalar al Templo.
4 – Circunvalar el Sagrado Templo o Ka’bah siete veces, comenzando y terminando cada circuito en la Piedra Negra.
5 – Rezar una oración de dos módulos detrás del Lugar de Abrahán.
6 – Hacer el recorrido ritual entre las colinas de as-Safa y al-Marwah, de siete vueltas, comenzando en as-Safa y terminando en al-Marwah.
7 – Afeitarse la cabeza en el caso de los hombres, y cortarse el largo de la punta de un dedo de todo su cabello, de forma pareja, en el caso de las mujeres.
Y Allah sabe más.